REPORTAJES
LA RECONQUISTA DE LOS
PRIMILLAS
Cortijos abandonados, dehesas, tajos y atalayas nazaríes se han
convertido en centros de cría que investigan especialistas de la
Sociedad Española de Ornitología
JUAN ENRIQUE GÓMEZ / MERCHE S. CALLE

Los polluelos de cernícalo primilla que hace ocho años nacieron en
la torre de las Cabezas en las murallas de la Alhambra, fueron la
avanzadilla de una reconquista que ha dado sus frutos. Las
primeras crías de Falco naumanni que nacían en las atalayas
nazaríes después de más de un siglo de ausencia, pusieron las
bases para que esta especie haya logrado la reconquista de sus
territorios ancestrales en la provincia de Granada.
Cortijos abandonados y tajos cercanos a cultivos y zonas
habitadas, vuelven a ser sobrevolados por esta rapaz de tamaño
medio que se caracteriza por poder detenerse en vuelo, como si de
un helicóptero se tratase, para avistar y lanzarse sobre sus
presas: reptiles, pequeños roedores y grandes insectos, sobre todo
saltamontes. «En los últimos dos años hemos detectado un gran
incremento de colonias de cernícalo primilla en toda la provincia
de Granada, donde se han podido multiplicar por cinco las
poblaciones que había hace menos de una década», afirma el
responsable de censos de la Sociedad Española de Ornitología en
Andalucía y Granada, Juan Francisco Jiménez, que junto a grupos de
especialistas y voluntarios, acaban de iniciar las investigaciones
para elaborar un nuevo censo de aves reproductoras tanto en
Granada como en el resto de España, trabajos que se desarrollarán
entre 2014 y 2017, en el que los datos sobre las colonias de
cernícalos primilla han sido de los primeros en constatarse, ya
que estas aves están entre las que más pronto vuelven de sus
migraciones de invierno en busca de lugares donde nidificar y
reproducirse.
Un grupo de voluntarios de SEO/Birdlife, comprobaba la presencia
de una numerosa colonia de ‘primillas’ en un cortijo
semiabandonado del municipio de La Malahá. Una veintena de
cernícalos sobrevolaban los tejados casi derruidos. Tienen sus
nidales en el interior de los huecos, entre las tejas, donde en
pocos días podrá comprobarse la presencia de polluelos. «En años
anteriores, en este mismo lugar, podíamos ver dos o tres parejas,
y ahora hemos contado hasta quince, igual que en otros puntos de
la provincia de Granada, donde el ecosistema es similar, es decir,
grandes extensiones esteparias, con mezcla entre dehesa con olivar
y cereales, donde hay diferentes alturas y algún lugar donde
refugiarse para construir los nidos, como son los cortijos
abandonados». Han detectado otras colonias como la de Castillo de
Tajarja con 9 parejas.
15 años en la Alhambra
Los cernícalos primilla eran habituales de la Alhambra en el siglo
XIX, pero desaparecieron. En el año 1999, una iniciativa del
Patronato de la Alhambra, inició la reintroducción de la especie
con varias parejas para comprobar su viabilidad. En 2002 se
ubicaron dos parejas reproductoras y continuó la labor de suelta
de juveniles en diversos puntos. Durante unos años los primillas
volaron sobre la Alhambra, y en 2006 nacieron los primeros
polluelos de parejas que anidaron por sí solas y garantizaron la
continuidad de la especie en el monumento. Estos polluelos son los
que iniciaron colonias en otros puntos del monumento y de la
provincia, sobre todo en la comarca del Temple. Ahora, en la
Alhambra nacen entre 20 y 30 polluelos cada año.
Cortijos como ecosistemas
Los viejos cortijos abandonados se han convertido en ecosistemas
en los que habita una muy particular fauna y ayudan a la
regeneración de las especies. En viejos caseríos anidan cernícalos
primilla; son hábitat de mochuelos y lechuzas, las golondrinas
hacen sus nidos en las cornisas y todos aprovechan la derruida
construcción como refugio y lugar de caza, porque también hay
roedores y reptiles.
CERNÍCALO
PRIMILLA, LA RAPAZ DE LA ALHAMBRA
Parejas de Falco naumanni vuelven a anidar y criar en las almenas
del monumento nazari
JUAN ENRIQUE GÓMEZ / IDEAL

Junio 2006.- Son pequeños, sólo tenían 20 días de edad, aún lucían
el plumón blanco que se les caerá para dar paso al plumaje
definitivo. Son polluelos de cernícalo primilla (Falco maumanni).
Nacieron en los nidales artificiales instalados en la Torre de las
Cabezas, en la Alhambra, la fortaleza roja nazarí, en pleno
corazón de la ciudad de Granada. Constituía una buena noticia para
el mantenimiento de la biodiversidad de la isla ecológica que
forma el monumento dentro del casco urbano de la capital. El
nacimiento ratifica definitivamente la vuelta de esta
especie a las almenas del monumento nazarí.

Pollo de primilla nacido en las
almenas de la Alhambra
La directora del Patronato de la Alhambra, el órgano gestor del
monumento, Mar Villafranca, se sentía especialmente satisfecha.
«El hecho de que podamos constatar la presencia de unos 40
ejemplares adultos cada año en el monumento significa que se ha
recuperado la presencia de una especie que estaba documentada
desde el siglo XIX y que, desgraciadamente, desapareció», dice
mientras se procedía a anillar a algunos de los polluelos
«naturales de la Alhambra», comenta.
Estos polluelos nacieron en cuatro nidos artificiales que se
habían habilitado en una torre alejada de la zona de visita
turística, con la altura suficiente para convertirse en hábitat de
un ave rapaz y preparados para evitar el acceso de depredadores.
El cernícalo primilla es un ave que puede considerarse urbana,
siempre ha habitado junto a poblaciones humanas, y además es de
carácter filopátrico, es decir que consideran como suyo el
territorio donde nacen o se desarrollan, por lo que es lógico
pensar que para estos polluelos, la Alhambra será su lugar de
desarrollo y, cada año, tras migrar al África subsahariana,
volverán a la Alhambra, como ya lo hacen sus padres, desde que en
1999 se reintrodujeron los primeros ejemplares de este ave en las
torres nazaríes. Fue en 2002 cuando se instalaron las dos primeras
parejas reproductoras, sesenta años después de su desaparición de
este hábitat.
Los ornitólogos que ayer procedían a anillar a los polluelos
llevan varios años siguiendo la evolución de los cernícalos en el
monumento. Afirman que desde que comenzó el programa de
reintroducción, se han soltado 229 pollos de cernícalo primilla en
esta zona, de los que el 27% se ha comprobado que volvieron a la
Alhambra tras sus migraciones.
Parejas estables
En 2006 se constataba la permanencia de entre siete y nueve
parejas reproductoras. Seis de ellas han anidado en la Torre de
las Cabezas, y otra prefirió hacerlo en agujeros situados en la
torre de la iglesia de Santa María de la Alhambra.
También se ha constatado que algunos de los polluelos que fueron
soltados en la Alhambra hace unos años, han constituido colonias y
se han emparejado en otros territorios de la provincia de Granada,
como la comarca de El Temple, en Alhama y en la Vega de Granada.
Los polluelos nacidos en el monumento no esperaban ayer la visita
de biólogos y periodistas. Los adultos escaparon ante la presencia
humana en la torre. Desde el cielo lanzaban sonidos de protesta, y
los polluelos, asustados, se dejaron manejar por los expertos, que
les trataban con mimo, no en vano son, por derecho propio, nacidos
en la Alhambra.
Falco naumanni sobre el cielo
de la Alhambra. FOTO: J. E. GÓMEZ
EL PRIMILLA VUELVE A LA ALHAMBRA
La Junta y la Sociedad Protectora de Animales reintroducen el ave
de presa
El cernícalo primilla vuela a sus anchas sobre los palacios
nazaríes, como en otros tiempos
La catalogación de la Alhambra como Patrimonio de la Humanidad ha
permitido la reintroducción y una adecuada protección para esta
ave de presa, en riesgo de extinción, que se encuentra así a salvo
de la caza ilegal y del expolio de nidos.
RAFA LÓPEZ / IDEAL 2004
Cada día, a las ocho de la mañana, el biólogo Manuel Martín se
planta en la torre del Capitán, dentro del recinto monumental de
la Alhambra, para alimentar y comprobar el estado de los
cernícalos primillas que tiene a su cargo. Este tipo de ave habitó
tradicionalmente en los bosques y jardines de la Alhambra, con sus
nidos construidos en las oquedades del monumento. La especie, una
de las de presa más actractivas, era hasta la primera mitad de
este siglo la rapaz más abundante de Europa, mas el uso de
plaguicidas, el abandono de los cultivos tradicionales de
cereales, la eliminación de huecos propicios para la nidificación,
la caza ilegal y el expolio de nidos acabaron por liquidar al 90%
de estos animales. En el caso del monumento granadino, las
cacerías llevadas a cabo en esos años hicieron que el cernícalo
desapareciese por completo. Pero ahora el primilla ha vuelto a la
Alhambra.
Un proyecto de la Sociedad Protectora de Animales, la Consejería
de Medio Ambiente de la Junta y el Patronato de la Alhambra ha
logrado la reintroducción del ave en el conjunto monumental, de
donde nunca debió salir. Un largo trabajo previo de investigación
ha concluido que esta iniciativa es viable. «Se trata de abordar
proyectos factibles, pues no basta simplemente con ideas
románticas. Y hemos comprobado que el plan es posible», indica
Antonio Rojo, presidente de la Sociedad Protectora de Animales. El
delegado provincial de la Consejería de Medio Ambiente, Rafael
Salcedo, agrega a eso la necesidad de velar por la supervivencia
de la especie, declarada en peligro de extinción y que ofrece un
interés especial.
'Hacking'
El primilla gusta de comer musarañas, así como lagartijas o
ratones. Pero su manjar predilecto son los saltamontes, de los que
cuenta en abundancia en la Alhambra y sus alrededores. A las
facilidades para satisfacer su dieta, se suman otros elementos
favorables para que la reintroducción en la Alhambra resulte
exitosa: clima mediterráneo, relieve no excesivamente inclinado
del terreno -secanos del Sacromonte, la vega, y cultivos propicios
en La Zubia, Armilla o Las Gabias, adonde se desplaza el primilla
para alimentarse-, buenos lugares para nidificar en el monumento
nazarí y ausencia de otras rapaces que pudieran dañar su colonia.
Pese a que esos factores son satisfactorios, el biólogo Manuel
Martín apostilla que era necesario otro para completar el
panorama: crear artificialmente un ambiente de colonia parecido al
que debe existir de forma natural. Y ello porque el primilla es un
ave gregaria, esto es: requiere un padrino que cree en la colonia
un clima de sosiego y paz, y, además, excite en los pollos el
ánimo de disputarse la comida.
La solución a este extremo ha sido la de recurrir a la técnica de
hacking, es decir, de apadrinamiento. Los padrinos son individuos
adultos irrecuperables a causa de las lesiones que padecen y que
se encontraban en un centro de recuperación de especies
amenazadas.
Voladero
De esta forma, los seis adultos utilizados fueron
introducidos en un voladero situado en la torre del Capitán. La
primera tarea consistió en lograr que estos adultos se adaptasen a
su nuevo hábitat. «Además de ser un método que incrementa
notablemente la efectividad de las reintroducciones, permite dar
una alternativa digna a estos animales adultos, que nunca podrán
ser devueltos a su entorno natural», sostiene Manuel Martín.
Una vez adaptados estos animales irrecuperables, el siguiente paso
fue el de colocar pollos de primilla -que habían sido criados en
cautividad- en nidos anexos al voladero. Los primeros son, de esta
forma, un reclamo para los segundos. La presencia de los adultos
hace que las crías consideren poco a poco la colonia como su nuevo
hogar, con lo que tras el primer vuelo, regresan a él.
El biólogo, por lo demás, se encarga de proporcionar alimento
suplementario a los primillas hasta que constata la independencia
de estos ejemplares jóvenes para obtener comida por sí mismos.
A pesar de que los animales ya entran y salen de los nidos con
facilidad y frecuencia, Rafael Salcedo y Antonio Rojo consideran
que todavía es pronto para afirmar que la reintroducción se ha
conseguido plenamente: será necesario aguardar un tiempo para
aseverarlo.
Por ahora, los animales presentan una evolución favorable. «Se les
ve integrados y pletóricos», dice Rojo, quien apunta que la Silla
del Moro, el cementerio y la propia Alhambra conforman un
territorio ideal para la supervivencia -y, aún más, la futura
expansión de la colonia- de esta variante de cernícalo.
Los primillas vuelan otra vez sobre la Alhambra. Es posible
divisarlos a cualquier hora del día sobre las cabezas de turistas
y de guías. El monumento ha ganado un nuevo atractivo, y van...