Fauna salvaje, hospital de urgencias
La labor de los Centros de Recuperación
de Especies Amenazadas
63 muertos y 502 heridos
Son aves, reptiles, anfibios y mamíferos víctimas
de atropellos y colisiones, y también por disparos de cazadores
furtivos
El Centro de Recuperación de Especies Amenazadas logra curar
y devolver al campo al 45% de los heridos
Proceden de las sierras y campos que nos rodean. Si no hubiesen sido
encontrados y llevados al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas
(CREA), los que aún vivían habrían muerto de forma
irremediable. Agentes ambientales, veterinarios y biólogos logran
recuperar a casi la mitad de los animales que tienen la suerte de ser tratados
e incluso muchos de ellos vuelven a habitar los territorios en los que
fueron encontrados.
Por Juan Enrique Gómez / IDEAL - Waste Magazine
20 de abril de 2012
La veterinaria Nuria Viqueira y la bióloga Jeorgina Acevedo
ayudan a un ejemplar de cernícalo herido en el CREA de Granada
Según las estadísticas del CREA ‘El Blanqueo’, ubicado en
las instalaciones de la Consejería de Medio Ambiente en Pinos Genil
(Granada), durante el pasado año recibieron un total de 565 ejemplares
de diferentes especies, de los que 502 estaban heridos y otros 63 ya habían
muerto. Aunque hay mamíferos, reptiles y anfibios, la mayoría
son aves. 480 fueron llevadas a los especialistas durante el pasado año,
de las que 428 estaban vivas y 52 ya habían muerto. El mayor número
de las atendidas eran crías, polluelos que fueron encontrados cuando
se habían caído del nido (163 ejemplares) e incluso por motivos
más dramáticos, como haber sido abandonadas por sus progenitores.
Los datos de los especialistas indican que las colisiones es una de
las principales causas por las que las aves, y animales en general, resultan
muertas o heridas, de las que se atendieron a 23, y atropellos, otros 22
ejemplares. A estas cifras hay que añadir 91 afectados por colisiones
y traumatismos que no se han podido determinar.
Las rapaces nocturnas son las que más se ven afectadas por problemas
en su integridad física, aunque como especie única, el vencejo
pálido (Apus pallidus) fue de la que más se trató,
un centenar. De cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), 71 ejemplares.
Otra rapaz nocturna, el mochuelo (Athene noctua), se incluye en la lista
con 33 ejemplares en 2011. Le sigue en importancia numérica el búho
chico (Asio otus), con otros 26 ejemplares. El búho real (Bubo bubo)
fue registrado con 17 ingresos, una cifra que puede considerarse muy alta
si se tiene en cuenta que la población de este ave es más
escasa que la del cernícalo y que es la especie de la que más
ejemplares llegaron muertos (seis solo en el mes de septiembre de 2011).
Los anfibios y reptiles llevados al CREA son, en su mayoría,
víctimas de la destrucción de sus hábitats, como charcas
y territorios. Los primeros (solo 3) se reintrodujeron con éxito
en otros espacios naturales. Con los reptiles (41, de los que solo uno
llegó muerto) se da la circunstancia de que muchos de ellos han
sido abandonados por personas que los tenían como mascotas o por
otras que se dedican a la compraventa ilegal de animales. Un 62% de los
ejemplares se recuperó, de los que un 22% eran tortugas moras, de
procedencia presuntamente ilegal. En este apartado se aplica un tratamiento
especial con los camaleones, que se reintroducen en la Charca de Suárez
de Motril, donde algunos de ellos han logrado reproducirse y comenzar la
regeneración de la especie en el sureste de la península.
Entre los mamíferos, de los 41 ingresados, 30 lograron sobrevivir.
En su mayoría son zorros y ginetas.
Los especialistas del CREA lograron recuperar 227 ejemplares de los
502 heridos, un 45%. Además, generalmente hay otro medio centenar,
aproximadamente que se encuentra en fase de recuperación. Desgraciadamente
en muchos casos no pueden ser salvados. 123 ejemplares murieron en el CREA
durante el pasado año y otros 75 tuvieron que ser eutanasiados,
ya que no tenían posibilidades de vivir. Otros 23 heridos irrecuperables,
pero que pueden seguir con vida, se mantienen en el CREA y en otros centros
de atención a la vida natural de la comunidad autónoma.
La colaboración ciudadana es la clave de la recuperación
Los responsables del CREA de Granada, las personas que tratan directamente
con los animales heridos, aseguran que sin la colaboración de los
ciudadanos y de todas las personas que trabajan en la red de vigilancia
ambiental, técnicos y voluntarios, no se podrían salvar a
los animales heridos. Las estadísticas indican que la mayoría
de los animales que llegan al centro de recuperación son llevados
por particulares que los encuentran en sus paseos por los espacios naturales.
Los agentes de Medio Ambiente llevaron 48 de los ejemplares atendidos el
año pasado, mientras que los particulares aportaron 359.
En esta tarea de localización y traslado colaboran de forma
directa el resto de las administraciones, como los ayuntamientos, las policías,
nacional, autónoma y local, y los agentes del Seprona de la Guardia
Civil.
Piden a los ciudadanos que llamen a los servicios de Medio Ambiente,
al propio centro de recuperación o a la Guardia Civil, si encuentran
animales heridos o abandonados en los espacios naturales, e incluso que
si pueden y saben cómo hacerlo, los trasladen ellos mismos, aunque
lo ideal es llamar a los agentes ambientales. Es la forma de ayudar en
su recuperación y evitar que mueran. Pueden llamar al teléfono
de urgencias y contacto del CREA de Granada 670 945 699.
Reportaje
El CREA de Granada, Pinos Genil, Sierra Nevada
Casi 600 ejemplares de especies amenazadas son tratadas cada año
por los biólogos y veterinarios del CREA en Granada
Por Juan Enrique Gómez - IDEAL -
abril de 2010
El pasado año (2009) 584 animales fueron atendidos por los especialistas
de este centro. De ellos, el 40% han sido recuperados y liberados ya en
su hábitat. Otros se encuentran en fase de recuperación y
un pequeño porcentaje resulta irrecuperable y se mantiene en los
diferentes centros de recuperación que la Junta posee en toda Andalucía.
«No estamos en un centro de intervención sobre fauna exótica,
sino para el tratamiento y recuperación de fauna salvaje amenazada»,
dice la responsable del CREA de Granada, la bióloga, Jeorgina Acevedo,
que junto con la veterinaria, Nuria Viqueira, y dos cuidadores, se encargan
de atender a todo tipo de especies, desde anfibios a grandes mamíferos,
«aunque la mayoría de los que llegan al centro, son aves,
y muchas de ellas, rapaces», dice Jeorgina, que junto con Nuria,
realizaban una cura a un ejemplar de cernícalo común que
tenía herida en una de sus alas. «Además realizamos
investigaciones para el seguimiento de la salud de las poblaciones»,
dice Nuria, que somete a la rapaz a una serie de pruebas para obtener datos
que mejoren el conocimiento de esta especie y el seguimiento de enfermedades.
La labor
El Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de Granada,
ha sido conocido en ocasiones por es allí donde se han llevado ejemplares
de animales exóticos que se han encontrado, como la leona que se
escapó de un camión en Loja o una serpiente encontrada en
Motril, pero su labor va mucho más allá y se refiere, sobre
todo, a especies autóctonas. La primavera y el verano son las épocas
en las que llegan más ejemplares con problemas al centro. «Es
cuando más gente hay por los campo, ya que la mayor parte de los
ejemplares, entre un 85 y 90%, que llegan aquí han sido encontrados
por ciudadanos, que han avisado a la Guardia Civil o a Medio Ambiente,
y los hemos recogido», dice la responsable del CREA, que señala
que la causa más habitual por la que los animales resultan heridos
es el atropello, golpes contra tendidos eléctricos, aerogeneradores,
e incluso por disparos de cazadores. También se dan casos de accidentes
de animales que han caído en cursos de agua o en zonas de las que
no pueden salir. «Desgraciadamente todavía se detectan casos
de ejemplares que han sido sometidos a largos periodos de cautividad en
condiciones dramáticas y es realmente difícil recuperarlos»,
dicen los especialistas.
Las instalaciones del CREA, además de contar con una Unidad de
Cuidados Intensivos y un quirófano y sala de curas, se componen
de una veintena de espacios destinados a albergar todo tipo de especies.
Ahora, en el centro, hay desde un flamenco rosa, hasta una decena de mirlos
que se han recuperado y tienen un programa de suelta allí mismo,
junto al río Genil, además de dos grandes espacios para musculación
y voladero, donde se encontraban dos ejemplares de águila culebrera,
un halcón abejero y un pollo, muy crecido ya, de buho chico.
Zorros
Los especialistas del CREA también realizan trabajos de seguimiento
y tratamiento de poblaciones, como un programa para esterilizar a zorros
y mantener un nivel adecuado de la población, mediante vasectomías,
que no provocan merma alguna en los ejemplares. No tienen que ser castrados.
Un tipo de actuación necesaria dado que en la actualidad las condiciones
de los hábitat naturales de estos animales no permiten la pervivencia
de poblaciones numerosas.

Topillo de Cabrera + datos, ficha y
fotos
Un plan para reproducir el topillo de Cabrera
Entre los inquilinos del CREA no todos están heridos o enfermos.
Los topillos de Cabrera, están allí para reproducirse. Forman
parte de un plan para que esta especie, catalogada como en peligro crítico
de extinción, una figura similar a la del lince, pueda volver a
vivir en hábitat de la provincia de Jaén y en Sierra Nevada.
«Trabajamos para intentar que se reproduzcan en cautividad»,
dice Jeorgina Acevedo, junto a un gran terrario donde los topillos, macho
y hembra, tienen construidos sus túneles y se comunican entre ellos.
Este trabajo se realiza en colaboración con los especialistas del
Zoobotánico de Jerez, con equipos especializados en la recuperación
de especies amenazadas como el lince.
¿Qué hacer si se encuentra con
un animal herido, incapacitado, perdido...?
Llamar al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de la
provincia donde se encuentre, o en su caso, llamar a la Guardia Civil.
La vía más sencilla es llamar al servicio de Urgencias, 112,
desde donde canalizarán el servicio.
Centros de Recuperación de Especies Amenazadas de Andalucía
+ contacto
Provincia de Almería
Centro de Rehabilitación "Las Almohallas".
Antigua Casa Forestal Las Almohallas. Vélez-Blanco.
Teléfono: 950 527 058.
Servicio de recogida: 670 944 592.
Provincia de Cádiz
CREA Dunas de San Antón.
Monte público "Dunas de El Puerto de Santa María".
Teléfono: 956 543 813.
Servicio de recogida: 670 946 198
Provincia de Córdoba
Centro de Recuperación "Los Villares"
Carretera de Obejo-Córdoba, a 12 km de la capital.
Teléfono: 957 350 400.
Servicio de recogida: 670 947 901
Provincia de Granada
Centro de Recuperación "El Blanqueo".
Carretera antigua de Sierra Nevada, km 7.
Servicio de recogida: 670 945 699
Provincia de Jaén
Centro de Recuperación "Quiebrajano".
Parque Periurbano El Monte-La Sierra, a 25 km de la capital.
Servicio de recogida: 670 946 263
Provincia de Málaga
Centro de Recuperación "Pecho de Venus".
Antigua Casa Forestal Pecho Venus. Sierra de Tolox.
Servicio de recogida: 670 944 598
Provincia de Sevilla
Centro de Recuperación Viveros de S. Jerónimo.
Vivero Forestal. Ctra. C-433 S Jerónimo-La Rinconada, km 4.
41015 Sevilla.
Servicio de recogida: 670 941 592
¿Qué medidas debemos tomar con
un animal herido?
1.- Recogerlo envuelto con una manta, con cuidado de que no le hiera
con las garras o el pico, o con la boca si es un mamífero.Piense
que el animal se encuentra nervioso, tiene miedo al hombre, e intentará
defenderse.
Para evitar que nos ocasione daños lo mejor es colocarse a su
espalda y cubrir su cabeza suavemente con una manta, paño o cualquier
prenda de vestir. El animal quedará inmóvil y será
fácil recogerlo.
2.- Introducirlo en una caja de cartón previamente agujereada.
Retire la mante que lo cubre y no ponga comida, agua, paja u otros materiales
que puedan ensuciar las heridas.
3.- Llamar urgentemente al Centro de Recuperación más
cercano y los Agentes Medioambientales pasarán a recogerlo. Recuerde
que sus posibilidades de recuperación dependen de su rapidez en
contactar con nosotros.
4.- No le aplique desinfectantes n le dé de comer, ya que podría
causarle daños irreparables.
5.- Mientras llega el personal especializado para recoger el
animal, mangéngalo aislado del ruido y de la gente. Una habitación
oscura puede servir perfectamente.
6.- Nunca entregue un animal a una persona ajena a los agentes medioambientales.
Alimoches
liberados en Cádiz
Mayo de 2010

Alimoches liberados en Cádiz. Fotos: Consejería de Medio
Ambiente.
Datos, ficha, fotos de Neophron
percnopterus (Alimoche) en Waste magazine
Dos ejemplares jóvenes de alimoche volvían
a su hábitat natural tras ser recuperados en los Centros de Recuperación
de Especies Amenazadas de las provincias de Cádiz y Sevilla. Las
dos aves fueron liberadas en el muladar ‘El Picacho’, ubicado en el término
municipal de Alcalá de los Gazules (Cádiz). Los alimoches
fueron ingresados en los CREA en el mes de septiembre de 2009. Allí
comenzaron a recuperarse de sus principales afecciones, relacionadas en
uno de los casos con una herida en un ala, y en el otro con una fractura
de clavícula. Antes de proceder a su suelta, los ejemplares han
sido provistos de anillas metálicas y otras de PVC para poder leerlas
a distancia, a lo que se une el transmisor GPS incorporado a uno de ellos
para hacer un seguimiento más exhaustivo vía satélite.
El consejero de Medio Ambiente de la Junta de
Andalucía, Díaz Trillo, afirmaba durante la suelta de estos
alimoches, que los cuidados procurados han permitido que estos alimoches
se encuentren “en perfectas condiciones para ser liberados e integra-dos
en las poblaciones en libertad”. En este sentido, el último censo
realizado en 2009 ha fijado una población reproductora silvestre
de 31 parejas de alimoches en Andalucía, lo que refleja una tendencia
a la estabilización ya apuntada en los años precedentes.
En 2008 se produjo el primer incremento de la población reproductora
desde que la Junta iniciase el seguimiento de la especie en el año
2000.
En Andalucía, Cádiz en primer
lugar en cuanto a población reproductora de esta especie, con 18
parejas reproductoras. Le siguen Jaén (6), Málaga (4), Córdoba
(2) y Sevilla (1).
Entre las principales líneas de actuación
asociadas a este programa de conservación, destaca el aporte de
alimento y la lucha contra el veneno. En el primer caso, Medio Ambiente
puso en marcha la Red Andalu-za de Comederos de Aves Carroñeras
para compensar la obligación por parte de la UE de retirar del campo
los cadáveres de animales, a fin de evitar la aparición de
epizootias, y actualmente dicha red cuenta con 22 muladares a los que la
Consejería aportó en 2009 650.228 kilos de alimento y donde
contabilizó 169.025 aves rapaces y carroñeras, incluidos
1.140 alimoches. En el segundo caso, la Estrategia Andaluza contra el Uso
de Cebos Envenenados ha disminuido hasta un 40% el uso de tóxicos
en el campo en seis años, lo que ha impulsado también la
recuperación de las rapaces y diversas especies en la región
andaluza.
Métodos de adopción de pollos de aves caídos
o con traumatismos
Los centros de recuperación de especies devuelven a su medio
natural crías ingresadas colocándolas en nidos de la misma
especie
Septiembre 2006

Pollos de aguilucho cenizo (Circus pygargus)
La Consejería de Medio Ambiente, a través de la Red Andaluza
de Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREAs) ha optimizado
un método de reintroducción de los jóvenes ejemplares
de aves que ingresan en estos centros. La Red Andaluza de CREAs, dedicada
a la atención de especies de fauna autóctona protegida que
se encuentre accidentada o enferma, está aplicando el sistema de
adopción por otros adultos en el mismo medio natural.
La amplia mayoría de las especies que ingresan en estos centros
corresponden a la familia de las aves que presentan ingresos frecuentes
de pollos caídos de sus nidos, o incluso en estado de huevo. Para
evitar la impronta con el ser humano (la identificación del ser
humano como miembro de su especie) la Red de CREAs ha puesto en marcha
una serie de técnicas, conocidas como 'hacking' y 'fostering', para
conseguir que la crianza y su entrenamiento juvenil sea lo más natural
posible para asegurar el mayor porcentaje de éxito en la reintroducción
en el medio natural.
El 'hacking' -también conocido como cría campestre controlada-
está considerado uno de los métodos más eficaces en
la restauración de determinadas poblaciones de aves. El sistema
consiste en criar pollos en estado de semilibertad, colocándolos
en nidos que simulan los naturales y proporcionando la comida de manera
artificial. Esto permite que los pollos se adapten al nuevo medio y aprenden
a buscar el alimento y a desenvolverse por si mismos en el medio natural
de manera paulatina y así, progresivamente, se insertan en la naturaleza.
El 'fostering' o método de adopción directa consiste
en colocar a los pollos no volanderos en nidos en la naturaleza de su propia
especie considerando que el pollo introducido ha de tener una edad y tamaño
similar al de los pollos que están en el nido. Este método
se plantea siempre realizarlo suplementando comida tanto en el momento
de meter al ejemplar en el nido como en zonas próximas para que
lo aporten los progenitores.
Cuando se hace uso de esta técnica es fundamental tener en cuenta
la edad de los pollos y la captación o rechazo por parte de los
padres adoptivos en las primeras horas, por ello la vigilancia es más
estrecha durante los primeros momentos y más liviana cuando se comprueban
las virtudes del método.