PAISAJES, RUTAS Y PARAJES * GRANADA *
CARTUJA
EL CENADOR DEL NORTE
Sobre los altos de Cartuja, un olvidado mirador observa el valle
de Granada y añora el caudal de Aynadamar
TEXTO Y FOTOS: JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE / WASTE
Magazine
El viento mueve las hojas largas y
puntiagudas de un viejo eucaliptus. Genera un continuado rumor
que se mezcla con el lejano crepitar de la ciudad, al que se
suma el canto agudo de carboneros, pinzones y otras aves
forestales que se refugian de las altas temperaturas entre sus
ramas y aprovechan para buscar semillas e insectos con los que
alimentarse. Las largas ramas caen sobre una estructura
decimonónica de ladrillo y piedra, un antiguo cenador que en
forma de minarete se alza sobre los altos de Cartuja, al norte
de la ciudad, un misterioso y caprichoso elemento ornamental que
logró sobrevivir a la construcción del área universitaria de
Cartuja y a facultades que como la de Psicología lindan con sus
escarpados accesos. El mirador al que los estudiantes conocen
como el Torreón, es uno de los puntos desde los que es posible
observar la ciudad y el valle de Granada en toda su plenitud.
El mirador se asoma sobre el
extremo norte de la ciudad de Granada, en los altos de Cartuja
(...)
Alejado de los circuitos turísticos,
mantiene un aire de otras épocas, como si de una puerta en el
tiempo se tratase. Es ocre en un paisaje de árboles verdes y
amarronados por la sequía; circular, con largas ventanas que se
abren en toda su superficie y permiten una visión de 360 grados,
un espacio resguardado del sol y la lluvia, concebido para el
relax y la meditación, aunque su actual uso no sea más que
cobijar grupos de estudiantes entre clases y parejas en horas
del crespúsculo. El torreón formó parte del complejo religioso y
educativo que desde final del XIX y la primera mitad del XX, se
alzaba sobre el barrio de Cartuja, en la ribera izquierda del
Beiro y en las laderas del Tambor, bajo las pronunciadas curvas
de la primitiva carretera de Murcia.
El paso de los años, el abandono y continuadas dosis de
vandalismo lo han deteriorado de forma considerable, pero aún
mantiene su singularidad como elemento clave de un paisaje
especial. Desde sus ventanales, de sur a oeste, se dibuja la
línea del Genil con la Vega de Granada en sus riberas, la
quebrada cuerda de las sierras de Alhama, la sierra de Loja, la
de Elvira, con milenios de historia, cuna de la primitiva
Granada; las alamedas que se extienden hacia Fuentevaqueros, y
al noroeste, las sierras de Moclín y Parpanda. Muy cerca, bajo
las laderas, discurre el río Beiro antes de esconderse bajo la
ciudad.
El torreón ya no recibe el aroma de las aguas de Aynadamar. A su
espalda, tras los eucaliptus y grandes pinos, una valla metálica
deja ver el contorno de un antiguo estanque ahora cubierto,
situado sobre lo que fue un primitivo aljibe.
Es el lugar donde el agua de la sierra
de la Alfaguara, que nació en la fuente de las Lágrimas, en
Fuente Grande, se encuentra con Granada, y lo hace desde el
siglo XI, desde que el rey zirí Abd-Allah encargó construir un
canal que aportase agua a las zonas altas del Albaicín. La
primera acequia de abastecimiento urbano que, tras bordear los
barrancos desde Víznar y El Fargue, discurre por la ladera del
Beiro, por el barranco de San Jerónimo, para llegar a los altos
de Cartuja, donde un primitivo sistema de compuertas regulaba el
fluir de la acequia, almacenaba sus aguas en un gran aljibe y
las enviaba hacia las primeras viviendas de Fajalauza, para
llenar la red de aljibes que abastecieron durante siglos las
casas del barrio de los halconeros.
El agua, aunque oculta, llega aún a espaldas del torreón, donde
los signos de antiguas excavaciones arqueológicas hablan del
pasado Zirí de un paraje en el que habitan los recuerdos de
quienes caminaron desde las aulas del Colegio Máximo,
investigaron las estrellas desde el observatorio astronómico, y
de monjes que vivieron en el recogimiento de claustros
impenetrables, e incluso de aquellos que, durante años,
recibieron sepultura en el pequeño cementerio monacal rodeado de
cipreses, bajo la silenciosa mirada del cenador de Cartuja.
MAPA DE RUTA
BIODIVERSIDAD
Plantas que pueden encontrarse en te
espacio y sus alrededores (pincha los enlaces para ir a fichas
de las especies):

