Descripción
Bóvido caprínido, de patas cortas con marcado
dimorfismo sexual, los machos pueden llegar a pesar hasta 70 Kgr y
las hembras unos 30 Kgr. Pelaje de color canelo- cervuno en verano
y ante- sucio en invierno.
Cuernas de crecimiento anual puede alcanzar los
100 cm de longitud en los machos, siendo gruesas, nudosas y
curvadas en forma de lira, mientras que en las hembras son
cilindricos y de no mas de 25 cm.
Hábitat
Viven fundamentalmente en substratos rocosos desde el bosque
mediterraneo hasta los canchales en las cumbres de Sierra Nevada
hasta los 3.400 metros, e incluso en zonas de cultivos.
Población
Especie endemica de la Península Ibérica, con una mayor presencia
en Andalucía, con nucleos estables en Jaén, Almería, Granada,
Málaga, Córdoba y Cádiz. En total se han contado unos 32.000
ejemplares, y mas de la mitad estan en Sierra Nevada.
Biologia / Ecologia
Animales gregarios, forman rebaños. Los dos sexos viven separados
la mayor parte del año, con piaras de machos jerarquizados. En la
época de celo, entre finales de otoño y principios de invierno, se
forman grupos mixtos y de diferentes edades.. En la época del
parto las hembras se aislan y paren solo una cria o dos a lo sumo.
Las crias permanecen ocultas e inmóviles hasta casi los dos meses
y son dependientes de la madre hasta los seis meses. En verano se
desplazan hacia las cumbres en busca de prados frescos y en otoño
vuelven a bajar huyendo del frio y la escasez de comida.
Su dieta es muy variada y son muy adaptables, comen frutos y hojas
de quercíneas, brotes de enebros o zarzas, gramíneas etc...
Amenazas
Las poblaciones actuales proceden de un reducido número de
individuos, ya que en los años 50 y 60 del siglo XX redujeron las
poblaciones drasticamente, por lo tanto han sufrido una gran
pérdida de patrimonio genético, deriva genética y vulnerabilidad
ante ciertas enfermedades.
TERRITORIO DE MONTESAS
Sierra Nevada posee la mayor población mundial de cabra montés,
una especie en expansión
23.800 viven libres en los espacios naturales de Granada, donde
habitan más de la mitad de las que hay en toda España
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Cada día se hacen más osadas y se acercan sin temor a las
proximidades de los núcleos urbanos. La Capra pyrenaica hispanica,
conocida por todos por el nombre de cabra montés, se ha convertido
en una seña de identidad de las sierras granadinas. Los censos
realizados por la Junta de Andalucía indican que la población
actual estimada (no se puede conocer con exactitud al tratarse de
animales que viven en libertad), es de aproximadamente 23.800
ejemplares, que en su mayoría viven en el territorio del Espacio
Natural de Sierra Nevada, donde según los trabajos de seguimiento
que se realizan periódicamente, la población supera la cifra de
17.600 individuos.
Los responsables del Parque Nacional de Sierra Nevada, confirman
que en este territorio «se encuentra la población mundial más
importante de este ungulado. Además, es la más polimórfica
(variabilidad genética) de todas las existentes en Andalucía». Los
expertos han encontrado que hay un total de 10 halotipos,
variedades, de los que siete son exclusivos de la sierra, lo que
aporta un plus de importancia en cuanto a la biodiversidad que se
encuentra en el macizo montañoso granadino, en el que se incluye
todo el territorio que forma los parques natural y nacional, como
la Alpujarra (también la almeriense) y el Marquesado.
Según los censos, algo más de 3.200 ejemplares viven en las
sierras de Tejeda y la Almijara; otros 2.935 están en las de Baza
y Filabres, y el resto en Sierra Nevada. Una cifras en las que no
están de acuerdo en la Asociación Proyecto Sierra de Baza, que
indica que no se debe mezclar la población bastetana con la de
Filabres, y que en su sierra no hay más de 400 ejemplares.
Consideran que el hecho de haber «inflado las cifras» puede ser
una excusa para la organización de futuras cacerías de control de
población.
FOTOGALERÍA
La presencia de las cabras montesas en la provincia de Granada se
ha convertido en habitual en todas las altitudes posibles, desde
la playa hasta la cumbre del Mulhacén. Cualquiera que salga a
pasear por los espacios naturales se las encuentra sin problemas,
sobre todo en el inicio de la primavera y en el verano. Al final
del invierno se les ve en grupos formados por hembras y ejemplares
jóvenes, que nacieron el año anterior. En los primeros meses del
verano se verán chotos recién nacidos (los partos suelen ser en el
mes de mayo), y en noviembre y diciembre se les puede ver con
machos monteses que ya buscan el momento de aparearse.
Problemas
No gustan a todo el mundo. Los agricultores de zonas de montaña
afirman que se comen y destrozan sus sembrados. De hecho se
sorprende fácilmente comiendo las aceitunas de los olivos que se
encuentran a su alcance y los brotes de árboles frutales. Además,
al tratarse de una especie cinegética (aunque su caza esté
prohibida sin autorización expresa y por motivos especiales), hay
cazadores que creen que, al menos una vez en la vida, hay que
cazar un macho montés y lucir su cornamenta. Son víctimas de los
furtivos, que llegan a colarse en los cercados de control que la
Junta posee en algunas sierras para robar y matar a algún macho de
grandes cuernos.
A pesar de ello, la Capra pyrenaica hispanica sigue en expansión y
se convierte en una de las referencias de la biodiversidad de la
provincia de Granada.
Excelente situación de la especie en el sur de España
Según los datos de la Cosnejería de Medio Ambiente de la Junta de
Adnalucía, la situación de la Capra pyrenaica es excelente en el
sur de España. Gracias al buen estado de conservación de los
hábitats andaluces de alta montaña, propiciado por las actuaciones
desarrolladas en el marco del "Programa de Gestión de la Cabra
Montés en Andalucía", este mamífero que atraviesa una situación de
"incremento constante y generalizado" se esta produciendo una
mejoría sustancial en toda la Comunidad Autónoma, siendo el
resultado mas novedoso la presencia de ejemplares al Sur de las
provincias de Córdoba, en las sierras de Alfayate y Rute, y
Sevilla, en las sierras de Osuna y Tablón.
Como resultado, Andalucía cuenta en la actualidad con la mayor
población mundial de esta especie, con más de 30.000 ejemplares
repartidos en 30 núcleos poblacionales. En total, el 11 por ciento
de los hábitats andaluces de montaña están poblados en mayor o
menor medida por ejemplares de cabra montés. A estas cifras se une
el hecho de que el incremento y la dispersión marcan la tendencia
de dichas poblaciones de ungulados autóctonos.
Reparto por provincias
De entre las provincias andaluzas es Granada la que cuenta con un
mayor número al haberse registrado la existencia de más de 16.000
ejemplares, fundamentalmente en el entorno del Espacio Natural
Sierra Nevada. Jaén, con unos 5.700 ejemplares, y Almería, con
5.200, son las siguientes provincias en cuanto al número de
cabras. Málaga supera las 4.000, mientras que en Cádiz se
encuentran alrededor de un millar de ejemplares. Por su parte,
Sevilla y Córdoba completan la presencia de este ungulado con
pequeñas poblaciones estables de reciente colonización.
Cabra montesa en la cumbre del Mulhacén, julio 2005. Algunos
ejemplares suben al pico más alto de la península Ibérica en busca
de plantas tiernas. A 3.478 metros de altitud, junto a los
restos de la cabaña de la Expedición Geodésica de 1879.
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