BIOINIDICADORES DEL CAMBIO GLOBAL
VIGÍAS DEL CLIMA
Fauna y flora , bioindicadores de la evolución y
efectos del cambio global
Los habitantes de ecosistemas frágiles se convierten en los
principales vigilantes del impacto de las alteraciones climáticas
POR: JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE
Una gran parte de las especies de lepidópteros diurnos que habitan
las zonas de alta montaña acusan de forma muy significativa el
aumento de las temperaturas. Mariposas como la endémica de Sierra
Nevada, Agriades zullichi, se ve obligada a ascender en altitud
siguiendo el camino que le marca la planta de la que se alimentan
sus orugas, Androsace vitaliana, otro endemismo nevadense que
necesita ambientes más fríos para crecer. Sube cada vez más alto,
pero más allá de la cumbre no hay dónde ascender. Algo similar le
ocurre a uno de los símbolos del Parque Nacional de Sierra Nevada,
la mariposa Parnassius apollo nevadensis, que huye de las medias
laderas en busca del frío.
Los estudios del Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada,
indican que el 43% de las especies de fauna y flora experimentan
una subida altitudinal a causa de la alteración de las
temperaturas y los cambios en el régimen de precipitaciones. Los
científicos saben que para poder establecer pautas de
comportamiento de los ecosistemas han de observar la evolución de
sus habitantes. Plantas, vertebrados e invertebrados, se han
convertido en bioindicadores fundamentales a la hora de establecer
predicciones y tomar decisiones en la gestión de espacios
protegidos y el mantenimiento de los beneficios ecosistémicos.
Gran parte de los esfuerzos de las administraciones están
encaminados a conocer esas pautas.
Las especies de fauna y flora dan la alarma cada día de mil y una
maneras: movimientos migratorios diferentes, crecimientos
anómalos, cambios fenológicos, e incluso presencia-ausencia donde
no les corresponde. Cambian sus ritmos para intentar adaptarse a
la nueva realidad de sus hábitats.
La labor de los científicos es intentar escuchar y entender la voz
de alerta.
VÍDEOS * CAMBIO GLOBAL
Vídeo inicial. Agriades
Zullichi, bioindicador de la evolución climática.
VÍDEO: J. E. GÓMEZ
+ VÍDEOS * CAMBIO CLIMÁTICO
EL 'VUELO' ASCENDENTE
Hasta las laderas, arroyos y acequias de las montañas del sureste
ibérico llegan aves que hasta hace unos años se encontraban en
cotas inferiores. Camachuelos trompeteros y trepador azul visitan
las cotas bajas de Sierra Nevada, aprovechan los ecosistemas de
ribera y bosques de coníferas.

Collalba gris, Oenanthe oenanthe, habitual de altas cumbres,
cada vez
visita cotas más elevadas
El incremento de las temperaturas les permite ascender a altitudes
en las que hace solo una década no podían vivir. Para la avifauna
la alteración del clima y el descenso de precipitaciones, e
incluso el tiempo de permanencia de nueve, afecta positivamente a
especies que logran ampliar su distribución geográfica, e incluso
a otras que no se ven obligadas a realizar sus migraciones a
tierras más cálidas o más frías y prefieren quedarse en zonas tan
meridionales como el sur peninsular. Collalba gris, roquero
solitario y acéntor alpino, han aumentado sus poblaciones y el
tiempo que permanecen en las cumbres.
El incremento de las zonas boscosas en el macizo nevadense ha
propiciado también la llegada de determinadas especies de las
llamadas aves forestales.
Datos recogidos en la Guía de Aves de Sierra Nevada, del
conservador del Parque Nacional, Ignacio Henares y el ornitólogo,
Jorge Garzón, indican que la evolución hacia temperaturas más
cálidas ha hecho que algunas especies busquen zonas más altas para
reproducirse y que otras, procedentes de pisos bioclimáticos más
termófilos, asciendan y decidan que Sierra es un buen lugar para
vivir.
Trepador Azul, asciende en cotas en Sierra Nevada, donde hace
poco tiempo no estaba.