OCÉANOS,
LA CONCIENCIACIÓN ANTE LAS ALTERACIONES CLIMÁTICAS
¿EN QUÉ AFECTA EL CAMBIO CLIMÁTICO AL MAR Y LAS
COSTAS?
Los mares y océanos representan el 71% de la superficie de la
Tierra, 360 millones de km² y el 97% de los recursos hídricos
terrestres.
Por Dr. MARCOS SOMMER / Oceanógrafos Sin Fronteras
Constituyen una gran fuente de recursos biológicos y naturales,
comparable o incluso superior a los bosques tropicales. Suponen
además un recurso económico y una reserva de fuentes energéticas,
y son reguladores esenciales del clima terrestre, así como
sistemas muy productivos que reciclan continuamente sustancias
químicas, nutrientes y agua. El 40% de la población mundial vive a
menos de 60 Km. de la costa y 35 millones de personas dependen de
la pesca. Los océanos son una fuente esencial de alimento y
empleo, proporcionando rutas naturales de comunicación, transporte
y comercio. Si bien a lo largo de miles de millones de años, la
Tierra ha experimentado diversos tipos de cambios en su clima,
producto de diversos y complejos factores de naturales y algunos
catastróficos (p.ej. caída de asteroides, actividad volcánica),
hoy en día se agrega otro factor totalmente nuevo al cambio
climático. Es aquel que se está produciendo debido,
primordialmente, a la acción humana.
El principal, entre otros, es la emisión descontrolada de gases de
efecto invernadero, que están modificando la atmósfera de manera
tal que están afectando y afectarán sensiblemente el clima de la
Tierra, de no mitigarse su emisión (todas las fuentes). Antes del
comienzo de la revolución industrial (hacia 1750) la concentración
de CO2 en la Atmósfera era de unas 280 partes por millón (0,028%)
y a principios del siglo XXI alcanza casi las 370 ppmv (0,037%).
El Simposium Mundial sobre “Los efectos del cambio
climático en los océanos”, celebrado en Gijón
(2008), donde más de 450 científicos de 60 países analizaron
los efecto del cambio en los océanos, alertando sobre las graves
consecuencias de un aumento de la temperatura en nuestros mares.
Las
consecuencias del calentamiento global se pueden traducir en un
aumento de la salinidad y la acidez de los océanos, además del
consabido aumento del nivel del mar.
Los océanos del mundo están absorbiendo una cantidad de dióxido de
carbono (CO2) sin precedentes, lo cual tiene como consecuencia un
aumento de su
grado de acidez y un incremento del riesgo de
desaparición de muchas especies marinas, especialmente las
que contienen carbonato cálcico: corales, moluscos, crustáceos y
fitoplancton. Según trabajos de investigación presentados en un
coloquio organizado conjuntamente por la Comisión Oceanográfica
Intergubernamental (COI) de la UNESCO y el Comité Científico de
Investigaciones Oceánicas (SCOR) del Consejo Internacional para la
Ciencia (2008), esta alteración del grado de acidez podría
trastocar las redes tróficas marinas y alterar la composición
biológica, geológica y química de los océanos de una forma por
ahora ininteligible e imprevisible (
ver tabla 1).
El 80% del calor absorbido por el planeta va a parar a los mares,
donde el 60% de la responsabilidad por el aumento del nivel del
mar tiene que ver con el incremento de temperatura. Es por ello
que cualquier variación e incremento en los niveles de temperatura
puede tener graves consecuencias en el nivel del mar, esto es
trascendental por cuanto que el funcionamiento de los océanos
controla de modo directo el clima global.
El cambio climático ya lo estamos viviendo. Grandes desastres
naturales que antes ocurrían cada década, ahora cada vez ocurren
mas seguidos. Estos fenómenos cada vez ocurren con más frecuencia
e intensidad. El desprendimiento de grandes bloques de hielo esta
ocurriendo en los en los polos, masas de hielo gigantes de
centenares de km. cuadrados. Si bien el desprendimiento de esos
bloques que colapsaran no tendrá un efecto en la elevación del
nivel del mar, significa una alerta que algo no anda bien, porque
esos desprendimientos de esa naturaleza no son usuales, es a causa
del calentamiento global. Y que es la zona más afectada por el
calentamiento, y la Antártica es la zona que más a sufrido el
aumento de temperatura.

El deshielo del Ártico, está
ocurriendo a un ritmo considerado alarmante. Se estima que las
masas flotantes que cubren el Océano Ártico continúan
derritiéndose rápidamente y hay escasas dudas que el calentamiento
global está jugando un rol significativo en su declinación. Las
últimas informaciones transmitidas por satélites indican que la
extensión del hielo en septiembre de 2006 fue un 13.4% menor que
el promedio.
Hoy en día el hielo del Ártico es la mitad de grueso que hace 30
años y el área que cubre la capa de hielo se ha encogido en un
10%. Si el deshielo continua, pudiese no haber mas hielo en el
Ártico para el 2070.
El aumento de la temperatura global estaría combinándose al
parecer con el variable patrón atmosférico de circulación conocido
como la Oscilación Ártica. En la medida que los vientos y las
corrientes empujan las masas de hielo hacia el sur, más se
derriten. Y cuando el nuevo hielo está aun formándose en el
invierno, es más delgado, y por lo tanto se derrite más rápido en
el verano que el hielo más antiguo. Pronto podrá llegarse a un
punto en el cual el hielo marítimo no pueda ya recuperarse.

El deshielo del Ártico necesariamente
afectará la cálida y salada Corriente del Golfo, lo que alteraría
el clima de Europa Occidental y del Este de EE.UU. Las
consecuencias serían veranos más cálidos que se prolongarían más
allá de lo habitual, e inviernos más intensos con una duración
también mayor a la actual. Pero, si la invasión de aguas
árticas al Atlántico, llega a bloquear la vital corriente del
Golfo, convertiría paradójicamente a la Europa del Norte, en una
región con frío insoportable (estamos hablando del Reino Unido,
Islandia, Noruega, e islas menores, por lo menos). Hay que agregar
que el paulatino deshielo de Groenlandia también afectaría la fría
Corriente del Labrador que incide sobre el clima sobre la costa
Este de Estados Unidos, con los consiguientes efectos climáticos.
En el año 2002, 51.000 metros cúbicos de agua dulce y fría
provenientes del deshielo de Groenlandia fueron volcados en las
cálidas y saladas aguas de la Corriente del Golfo. Se estima que
el 80% de los hielos que cubren Groenlandía se están derritiendo a
razón de un metro por año.
De la misma manera que los océanos retiran calor de la atmósfera,
lo devuelven a la misma a través del proceso de la
retroalimentación, por lo que un incremento de la temperatura se
podría traducir en un aumento de la intensidad de ciclones,
tifones y huracanes, que afectarían, además, a una mayor zona.
Todos los huracanes reúnen su fuerza del calor de los océanos y
los océanos del mundo se están calentando como resultado del
cambio climático. Un resultado predecible es la ocurrencia de
tormentas más intensas con vientos más fuertes y mayores niveles
de precipitación.
Tabla 2. Si el nivel del mar subiese 1 MT. , de aquí
al 2100, las consecuencias serían las siguientes:
- Bangladesh, India, Vietnam, Indonesia, Malasia y Filipinas
verían inundadas un total de 10 millones de hectáreas, muchas
de ellas fértiles. Entre 40 a 50 millones de personas tendrían
que emigrar abandonando tierras y hogares. También en Sri
Lanka, Burma, Camboya y Tailandia millones se verían forzados
a abandonar sus hogares.
- En el caso del Archipiélago de la Maldivas, situado en el
Océano Indico al Suroeste de la India, la gran mayoría de sus
1.196 islas se hundirían en el mar, o quedarían convertidas en
delgados bancos de arena o en pequeños promontorios. Toda la
población (300,000 habitantes) debería forzosamente emigrar a
la India o a Sri Lanka. De hecho cuatro de las mismas, ya han
tenido que ser evacuadas.
- Otros estados isleños como las islas Marshall y Kiribati en
el Pacifico del Sur correrían la misma suerte. Sus habitantes
deberían emigrar a Australia o Nueva Zelanda.
- Quedarían erosionadas o inundadas, 940 hectáreas de
Antigua, 1.000 de las islas Mauricio, 3.700 de Tonga, y 340 en
Nevis.
- En el Pacifico del Sur el ascenso del nivel del mar
desplazaría unos 5 millones de personas y desaparecerían bajo
las aguas unos 300 atolones.
- En el Oeste de Africa los países a lo largo del Golfo de
Guinea como Nigeria y Costa de Marfil verían inundadas 2.700
mil y 180.000 hectáreas respectivamente y desplazadas millones
de personas. Gambia y Senegal correrían igual suerte.
- En la costa sur del Mediterráneo, Egipto sería el país que
sufriría el mayor impacto, 2 millones de hectáreas del fértil
Delta del Nilo quedarían inundadas y de 8 a 10 millones se
vería desplazadas, incluyendo la casi totalidad de los
habitantes de Alejandría.
- La tercera parte de la ciudad de Shangai, se inundaría,
provocando un desplazamiento de 6 millones de personas. A esto
se agrega que la ciudad es ahora un centro de inmigración
masiva desde todas las regiones del valle del rió Yangtze, lo
que supone que el número de desplazados sería aún mayor,
revirtiéndose la actual inmigración en emigración masiva.
El Ártico en proceso de fusión, acelerará el ritmo del
calentamiento global. A medida que el hielo y la nieve se
derritan, la capacidad del Ártico para reflejar el calor hacia el
espacio se verá reducida, acelerando la tasa general de
calentamiento global. Estimaciones indican que el nivel del mar,
que ya registró un ascenso inhabitual en el siglo XX, debido al
deshielo de los casquetes polares, zonas peri glaciares y
fundamentalmente por la dilatación térmica de los océanos, podría
incrementarse
severamente. El nivel medio global del mar ya ha subido cerca de
15 cm. en el último siglo y se prevé que el calentamiento de la
Tierra ocasionará un aumento adicional de alrededor de 18 cm. o
más para el año 2030 (
Tabla 2)
Las poblaciones que viven en zonas costeras bajas, en caso de no
poder adaptarse a las condiciones de un medio adverso por el
incremento del nivel del mar, o ver totalmente inundados su
hábitat, están perdiendo y perderán sus hogares y asentamientos,
lo que supone forzosamente emigrar o ser evacuadas. Este extremo
-que ya se está produciendo- causará un impacto humano, geográfico
y socioeconómico dramático, dado que se estima que la sexta parte
de la población mundial vive sobre el nivel del mar o pocos metros
por encima.
Las áreas más vulnerables se concentran a lo largo de la costa sur
del Mediterráneo, la costa oeste de África el Sur de Asia (India,
Sri Lanka, Bangla Desh y el Archipiélago Maldivas), los estados
costeros del Sudeste de Asia y atolones de coral en los océanos
Pacífico e Indico. Estas regiones pertenecen a algunos de los
países más densamente poblados y empobrecidos del planeta, con un
ingreso de 2 o menos dólares diarios. A la vez, China y el Sur de
Asia, poseen las costas más pobladas del mundo, con una densidad
de más de 2.000 personas por kilómetro cuadrado.
En las predicciones de mediano y alto impacto, la faz de la Tierra
cambiaría totalmente, muchas islas desaparecerán, y grandes
ciudades costeras o porciones importantes de las mismas, quedarían
bajo el agua, como el caso de Shangai y Nueva Orleáns.
En la pesca ya se está notando, por ejemplo, en los periodos de
afloración que cada vez son menores y menos intensos, con la
implicación que esto tiene para toda la cadena trófica y
finalmente, para el sector pesquero”.
Los osos polares podrían extinguirse para fin de siglo. Es
improbable que logren sobrevivir como especie si hay una casi
total pérdida de la cubierta de hielo de verano, que se estima
podría desaparecer antes del final de siglo, de acuerdo a algunos
modelos climáticos
Actualmente la variable salinidad de los mares y su relación con
la precipitación y evaporización, que conduce a saber si llueve
mas o menos. En los lugares donde hay un incremento de salinidad
hay menos precipitación y más evaporización.
¿Cuáles son las zonas más afectadas y por qué?
El accionar del hombre fue siempre insignificante, comparado con
la magnitud del ecosistema marino, todo era compensado por la
naturaleza. El mar y la atmósfera se comportan como infinitos,
deglutiendo los subproductos indeseables de la actividad humana.
Pero nos volvimos demasiados poderosos. Somos muchos y manejamos
energías capaces de alterar equilibrios naturales. EL uso nacional
y el manejo de ecosistemas esta en primera línea desde hace años.
Actualmente estamos experimentando la fragilidad de los
equilibrios marinos, la respuesta nos las dan los Mares Indico y
Báltico, casi muertos, el Mar del Norte, cuyos recursos piscícolas
declinan trágicamente, el Mediterráneo gravemente afectado y los
arrecifes agonizantes del mundo entero.
Fig.: 1. Mapa del impacto humano, se consideran 17 aspectos del
cambio global que amenazan a 20 ecosistemas marinos. Este mapa nos
permite diseñar estrategias y fijar prioridades para la gestión de
los ecosistemas (Fuente: Halpern B. S.,
etal. 2008).
El nuevo atlas de los océanos del mundo (Halpern
et. al.,
2008) revela que las actividades humanas han tenido un fuerte
impacto en aproximadamente el 40 por ciento de su extensión y que
han dejado sólo alrededor de un 4 por ciento de ellos
relativamente intacto (Fig.1.). El mar del Norte, las cercanías de
Japón, el Caribe, zonas del Mediterráneo, el golfo Pérsico o el
mar Rojo son algunas de las zonas que han sido las más
perjudiciales, aunque con el cambio climático la situación está
cambiando rápidamente.
El autor recopiló datos de diferentes fuentes y los volcaron en un
modelo que asignó a cada kilómetro cuadrado de océano un
valor único. Este valor refleja el conjunto de impactos de
todos los cambios inducidos por los humanos en ese espacio en
concreto. El resultado revela que no hay ninguna área del
océano que esté completamente a salvo de las actividades humanas,
En cada uno de los kilómetros cuadrados de nuestros mares están
ocurriendo cambios ecológicos debidos a causa antropogénicas, dice
textualmente el estudio. Por eso, en la escala de afección que han
utilizado no existe el valor 0, sino que el más bajo se refiere a
un impacto menor de 1,4. En este sentido, y aunque muchas zonas de
las regiones polares aparezcan por ahora por debajo de esa cifra
-también el Estrecho de Torres, al norte de Australia-. Los
investigadores advierten de que es probable que, a medida que el
cambio climático caldee esas áreas, la mano del hombre acabe
llegando hasta allí: con toda su fuerza destructiva. No obstante,
este análisis no tiene en cuenta la polución atmosférica, que es
particularmente alta en el Ártico.
Donde ésta el impacto ha llegado a un 41 por ciento de los
océanos, con un impacto medio-alto. Y aunque el porcentaje donde
las afecciones han sido muy altas sólo representan el 0,5 de los
mares, en cifras absolutas este porcentaje representa una
superficie de más de 2,2 millones de kilómetros cuadrados.
Los ecosistemas más afectados son las plataformas continentales,
los arrecifes rocosos, los arrecifes de coral, las praderas y las
montañas submarinas. Y además de las regiones antes citadas
(Caribe oriental, Mar del Norte y aguas de Japón) los
investigadores identifican otras zonas con alerta roja: el
mar de la China, es su parte meridional y oriental, la costa este
de Norteamérica, el mar Mediterráneo, el mar Rojo, el Golfo
Pérsico y partes del Pacífico occidental.
La publicación de Halpern et al., presenta una base de datos que
revela por primera vez la magnitud, extensión geográfica y
localizaciones precisas del calentamiento del océano. Con está
información, los ciudadanos, investigadores, políticos etc.,
pueden comenzar a enfrentar el problema mayor, de comprender y
prever cómo el calentamiento del océano impactará sobre los
ecosistemas marinos. Asimismo, los resultados ayudarán a
clasificar un orden de prioridad para los proyectos de
conservación marina. Por ejemplo, las zonas de pesca pueden
modificarse y las rutas de navegación, redefinirse para disminuir
los impactos en ecosistemas sensibles.
Cambio climático y sus consecuencias en los océanos.
- Los arrecifes de coral que protegen y proveen de arena a
las playas se ven severamente afectados o mueren con
temperaturas oceánicas de 1º Celsius mayores que la máxima
normal promedio de la del verano. El calor provoca que el
coral se desprenda de las algas que lo alimentan, lo que
ocasiona que se decolore y se torne blanco. Este factor
llamado "blanqueado" será mayor en el Caribe y menor en el
Pacífico Central en las próximas décadas.
- Un 27% de los arrecifes de coral del planeta están hoy en
día severamente dañados. Si el calentamiento global persiste,
un total del 60% de todos los arrecifes podrían perderse para
el 2030.
- Estudios recientes encuentran que el ritmo global de la
fusión de los hielos se ha duplicado desde 1988. Es en el
Ártico donde está ocurriendo a un ritmo más acelerado. Los
científicos han detectado un 40% de reducción del espesor
promedio del hielo en el Ártico en los últimos 40 años.
- El hielo del océano Ártico, que tiene una extensión similar
a la de los EE.UU., se redujo en un 6% entre 1978 y 1996,
perdiendo un promedio por año de 34.300 kilómetros cuadrados
por año, es decir, un área mayor que la de Holanda.
- De continuar el actual ritmo de calentamiento, el hielo del
Ártico dejaría de existir en el verano del 2050, lo que podría
afectar severamente la Corriente del Golfo y el clima del
Norte de Europa.
- La excesiva fusión del hielo del Ártico podría tener un
efecto de enfriamiento en regiones de Europa y el este de
EE.UU., debido a que la irrupción de agua fresca en el
Atlántico Norte podría alterar la circulación oceánica que
permite a la Corriente del Golfo fluir hacia el Norte.
- El deshielo global ha llevado al hambre y a la perdida de
peso de los osos polares, y ha alterado los habitas como
asimismo las pautas de alimentación y cría de los pingüinos y
las focas.
- La cubierta de hielo de la Antártica que representa el 91%
del hielo terrestre, también se está derritiendo, aunque no
hay acuerdo todavía en cuanto a la velocidad con que lo hace.
En las ultima década 3 bloques de hielo se han desintegrado
totalmente: el Wordie, el Larsen A y el Principe Gustavo. Se
estima que otros dos, el Larsen B y el Wilkins también lo
hagan en el futuro próximo. Si ambos pliegos, el occidental y
el oriental, de la Antártica se derritiesen, causarían un
aumento de 70 metros del nivel del mar.
- Algunas proyecciones sugieren que para el 2080, el numero
de personas que deberán enfrentar inundaciones severas, en el
Caribe, la India y el Océano Pacífico, será 200 veces mayor
que si no hubiese ascenso del nivel del mar.
- El aumento del nivel del mar, podría-por primera vez en la
historia-hacer desaparecer estados soberanos que corresponden
a pequeñas islas. Es el caso de Tuvalu un pequeño país isleño
en el Pacífico, cuyos habitantes han comenzado a emigrar a
Nueva Zelanda como medida preventiva, con la asistencia de un
plan elaborado a tales efectos para recibir emigrantes.
- Las Maldivas, que cuenta con 400.000 habitantes y que es un
archipiélago de islas en el Océano Indico (suroeste de la
India), ha tenido que evacuar residentes de cuatro de sus
islas en los años pasados, debido al ascenso del nivel del
mar. Kiribati perdió en 1999, dos islotes inhabitados, Tebua
Tarawa y Abanuea por el factor antedicho.
- Algunas playas de Trinidad, donde el nivel del mar ha
aumentado de cuatro a ocho veces más rápido que el promedio
global, se están retirando a un ritmo de 2mts. al año durante
los pasados 15 años. En Fiji, por la misma causa, las playas
en Viti, Levu y Taveuni se han retirado a razón de 75 cms. por
año.
- En el otro extremo del mundo, el ascenso del nivel del mar
ya está erosionando playas y tierras húmedas de la Bahía de
Chesapeake, que se extiende en su mayor parte a lo largo de la
costa del Estado de Maryland, en EE.UU. En la costa este del
mismo, el Refugio Nacional para la Vida Salvaje ha perdido un
tercio de sus 8100 hectáreas y la salinización del suelo por
avance del mar, ha afectado a granjas de otrora tierras
fértiles.
¿Además del calentamiento global, qué actividades del hombre
destruyen los mares?
Los océanos actualmente, comienzo del siglo XXI, sufren una grave
degradación debido a la contaminación, la pesca excesiva y el
desmesurado crecimiento urbano costero.
Lo que sabemos de ellos es inquietante, se están mostrando
muestras del derrumbamiento.
- Casi el 80 por ciento de las reservas pesqueras de los
océanos experimentan sobre pesca o están siendo extraídas
hasta su limite biológico. Las técnicas de arrastre son
dañinas y destruyen los habitas para la reproducción (FAO,
2005, Sommer, M., 2005).
- Según un nuevo informe de científicos y economistas de la
Universidad de Columbia británica, los subsidios globales a la
pesca ascienden entre 30.000 y 34.000 millones de dólares al
año. Estas ingentes ayudas han contribuido a producir una
flota pesquera mundial que es un 250 por ciento mayor de la
que se necesita para una pesca sostenible (Pauly, D., 2008).
- La Unión Europea y Japón son los países que más subsidios
para la pesca asignan (Garcia, R. et.al.,
2003).
- Las flotas pesqueras son 40 por ciento más grande de lo que
los océanos pueden sostener. Los pescados representan por lo
menos un quinto de la proteína animal total consumida en la
tierra. Cerca del 95 por ciento de la cosecha de peces marinos
del mundo viven en las aguas costeras (FAO.org).
- La pesca proporciona en los países en vías de desarrollo
entre 40 y 100 por ciento de la proteína animal total que
necesita la población (FAO.org).
- La explotación pesquera es de dos a tres veces superior de
lo que admite el ritmo de reproducción de los peces (Pauly D.
et al., 1998).
- La pesca comercial redujo más de 90 por ciento la población
mundial de peces grandes, lo que pone en peligro una fuente
vital de proteínas (Waston R. & Pauly D., (2001).
- La pesca de especies de poco valor ha aumentado a medida
que la extracción de especies de alto valor se ha estabilizado
o ha disminuido, ocultando así algunos de los efectos de la
sobre pesca.
- Mil millones de personas dependen del pescado como fuente
de proteína animal, y 150 millones de empleos se originan en
la pesca (FAO, 2005).
- La alteración de los habitas es consecuencia de actividades
como el dragado, los vertederos, los vertidos incontrolados en
la costa, las construcciones y carreteras costeras, la
deforestación o los daños provocados por el turismo de masas.
Por ejemplo, a pesar de que los arrecifes de coral cubren
menos del 0.5% del lecho marino, el 90% de las especies
marinas depende directa o indirectamente de ellos. Los
arrecifes también protegen a la población que vive en la costa
actuando como elemento protector (Jackson, J.B.C., 1997).
- El 60% de los arrecifes actuales corre el peligro de
desaparecer en los próximos 30 años si no se adoptan medidas.
En particular, el 85% de las costas europeas se encuentran en
peligro debido al desarrollo de las infraestructuras y de las
edificaciones así como por motivo de causas naturales
(https://www.coral.org/divein).
- Cerca de 150 ballenas, delfines y marsopas mueren
diariamente en todo el mundo a causa de los enredos con los
aparejos de pesca, un promedio anual de 54.759 animales.
- Los océanos Atlántico, Pacífico e Índico se están
calentando lentamente con un promedio de 0,06 grados
centígrado desde 1955 debido al efecto de invernadero. Este
cambio climático podría dar lugar a un elevamiento de los
niveles del mar, los cuales podrían llegar a fines de siglo
entre 9 y 95 centímetros (Parmesan, C. & Yohe, G., 2003,
Thomas, C. D., et al., 2004).
- Aproximadamente la mitad de los ecosistemas costeros del
mundo (por ej. arrecifes coralinos incluyendo, los manglares,
y los pastizales, etc.) se encuentran actualmente en riesgo de
ser totalmente degradados. Algunos corales de mares profundos
frente a la costa de Hawai necesitaran hasta 4 mil años para
alcanzar su tamaño actual (https://www.coral.org/divein).
- Los océanos se están volviendo cada vez más ácidos al
absorber dióxido de carbono y las plantas están siendo
afectadas por el incremento de la radiación ultravioleta
(Buddemeier R. et al., 2004).
- La marina mercante es responsable del 4,5 de las emisiones
totales de dióxido de carbón, tres más de lo que hasta ahora
se pensaba.
- El tráfico de barcos es la tercera mayor causa de la
contaminación marina. Un estudio elaborado por la ONU concluye
que las emisiones de C02 de la flota mercante mundial alcanzan
los 1.120 millones de toneladas anuales y las previsiones no
parecen halagüeñas: estas emisiones aumentarán un 30 por
ciento de aquí al año 2020 si no se actúa (UNEP/UNFCCC, 2002).
- Se estima que más de 70 mil productos químicos sintéticos
han sido descargados en los océanos del mundo. Solo un pequeño
porcentaje de ellos ha sido monitoreado, y este corresponde a
aquellos relacionados con la salud humana y no con el impacto
ecológico.
- El 80% de la contaminación marina por hidrocarburos
proviene de actividades realizadas en tierra.
- El explosivo aumento de algas dañinas por ejemplo en las
costas de USA ha implicado, desde 1991 costos cerca de 300
millones de dólares en perdidas debido a la muerte masiva de
peces, problemas de salud pública y disminución del
turismo.
- Actualmente hay más de 405 zonas muertas (extensión
inferior a 1 kilómetro cuadrado y otras alcanzan 70.000
kilómetros cuadrados) en el mundo por el aumento de la
contaminación proveniente de tierra adentro y la perdida de
habitas capaces de filtrar la polución lo que a provocado la
expansión de zonas hipoxias (Diaz R.J. & Rosenberg R.,
2008).
- El aumento de especies foráneas en las zonas costeras,
produce la interrupción de la cadena alimenticia al eliminar a
las especies nativas. Diariamente, 3.000 especies de plantas y
animales son transportados en los tanques de lastre de los
buques.
- Los océanos del mundo albergan más de 210 mil formas
conocidas de vida. Alrededor del 60 por ciento de las especies
viven en la franja de 60 km. más próxima a la costa.
- Cada año se hallan casi 160 nuevas especies de peces en los
océanos y se catalogan 1.700 animales y plantas.
- La mitad de los 6,3 mil millones de habitantes del planeta
viven en zonas costeras, las grandes profundidades de los
mares que cubren el 70 por ciento del globo- siguen siendo
desconocidas.
- El calentamiento global del planeta tendrá efectos
catastróficos sobre los océanos, enlentizando su función
reguladora de la temperatura. Según el Panel Internacional
sobre Cambio Climático (PICC), la frecuencia e intensidad de
las tormentas y otros fenómenos meteorológicos aumentará,
dañando los ecosistemas marinos y su capacidad de recuperación
(Gilman et al., 2006).
- Desde 1980, el tamaño de la economía global se ha
triplicado, al tiempo que la población ha aumentado en un 30
por ciento hasta alcanzar 6.000 millones de personas. El
aumento de la población y la conversión para los fines de la
urbanización, agricultura y acuicultura están conduciendo a la
reducción de manglares, humedales costeros, áreas de praderas
marinas y arrecifes de coral a una tasa alarmante.
¿Por qué al hombre común le debería importar que no se
deterioren los océanos? ¿En qué perjudica al hombre?
Ente los grandes desafíos del siglo XXI la sociedad tiene que
aprender que los Océanos son fuente de vida como también puede
serlo de la muerte. Los océanos deben, por tanto, ser apreciado y
protegidos; y si se relegan al olvido las necesidades ecólogicas
de los ecosistemas oceánicos; el estado del medio marino se
convertirá en impedimento del desarrollo sostenible en lugar de un
recurso para el mismo.
Hace sólo 50 años el Océano era todavía en gran parte un espacio
natural virgen. Hoy día, sin embargo, la sobre pesca y la
contaminación son una amenaza para su salud, en particular las
zonas costeras, que son las más productivas del medio
marino.
Catorce años después de entrar la Ley para los Océanos (Convención
de las Naciones Unidas, 1994), se hace evidente y notoria, la
ruptura del dialogo del hombre con los océanos. La brecha cada vez
mayor e insostenible entre riqueza y la pobreza amenaza la
estabilidad de la sociedad en su conjunto y en consecuencia el
ecosistema de los océanos, el estado de los océanos continúa
empeorando en proporciones alarmantes. Los compromisos nacionales
e internacionales se quedan en declaraciones de intenciones y
buena voluntad.
La Convención es uno de los instrumentos jurídicos más importantes
del siglo XX. Concebida como un todo, reconociendo que todos los
problemas del espacio océano están estrechamente relacionados
entre sí y deben ser considerados conjuntamente, establece que los
fondos marinos y oceánicos y su subsuelo más allá de los límites
de la jurisdicción nacional son patrimonio común de la humanidad
que todos tienen derecho a utilizarlos y obligación de
protegerlos. Prevé la solución obligatoria de controversias,
establece el marco jurídico global para todas las actividades que
se llevan a cabo en los océanos y los mares y contiene normas
detalladas que regulan todos los usos de los océanos y definen los
derechos y responsabilidades de los Estados.
Los océanos que cubren dos terceras partes de la superficie de la
tierra, contienen las nueve décimas partes de los recursos de agua
y el 90 por ciento de la biomasa viviente del mundo y son fuente
primaria de alimento para más de tres mil millones y medio de
personas. Además son un recurso económico vital que proporciona
sus medios de vida a millones de personas en todo el mundo.
Aproximadamente el 90 por ciento del comercio internacional se
transporta por mar. Más del 29 por ciento de la producción mundial
del petróleo viene de los océanos. El turismo de playa y los
cruceros son una importante fuente de ingresos para muchos países,
especialmente los pequeños Estados insulares en desarrollo. Cada
año se capturan en todo el mundo casi 130 millones de toneladas de
pescado, con un valor aproximado de 60 mil millones de dólares, y
el sector pesquero y la acuicultura por si solos dan trabajo a 150
millones de personas.
Además los océanos a través de sus interacciones con la atmósfera,
litosfera y la biosfera, juegan un papel relevante en la
conformación de las condiciones que hacen posible las distintas
formas de vida del planeta. De hecho, sin los océanos la vida no
existiría en nuestro planeta.
El mundo debería replantearse la manera en que se está midiendo el
crecimiento económico. Durante mucho tiempo las prioridades de
desarrollo se han centrado en lo que la humanidad puede extraer de
los ecosistemas, sin pensar demasiado sobre como afecta esto la
base biológica de nuestras vidas. Se puede decir que ha habido un
progreso muy limitado en la reducción de la pobreza en los países
en desarrollo, y la Globalización, por si misma, no ha beneficiado
a la mayoría de la población mundial. En general, los intentos por
impulsar el desarrollo humano y para detener la degradación del
medio oceánico, no han sido eficaces durante la pasada década. Los
escasos recursos, la falta de voluntad política, un acercamiento
no coordinado, y los continuos modelos derrochadores de producción
y de consumo han frustrado los esfuerzos de poner en ejecución el
desarrollo oceánico sostenible, o el desarrollo equilibrado entre
las necesidades económicas y sociales de la población, y la
capacidad de los recursos oceánicos y de los ecosistemas para
resolver necesidades presentes y futuras.
La responsabilidad de proteger los océanos recae no sólo sobre los
políticos quienes definen las condiciones nacionales e
internacionales de protección de los ecosistemas, sino también es
tarea de cada individuo. La exigencia a los políticos para que
tomen medidas más efectivas frente a esta problemática debe de
estar acompañada del compromiso de cada uno de nosotros por actuar
en una forma más responsable en la promoción de la defensa de las
metas por la protección de los océanos.
¿Qué soluciones posibles hay para cuidar los océanos?
A principios del siglo XXI es ya evidente que la sociedad
detecta y expresa claramente la necesidad de cambio, desde un
desarrollo ligado al crecimiento de los años setenta y ochenta
hacia un nuevo modelo de desarrollo, un desarrollo verdaderamente
sostenible marino en el siglo XXI. Pero, ¿qué entendemos por
desarrollo sostenible? Según estableció la Comisión Brundtland en
1987, «es aquel que satisface las necesidades de las generaciones
presentes sin comprometer las capacidades de las generaciones
futuras para satisfacer sus propias necesidades». Para avanzar en
esta dirección, tenemos que conjugar de forma idónea los tres ejes
principales del desarrollo sostenible: el medio ambiente, la
cultura y la economía dentro de la sociedad (Jiménez Herrero,
2000).
Para conseguir esta síntesis, tenemos que tomar conciencia de la
necesidad de datos fiables que nos permitan disponer de unos
cimientos sólidos en cada uno de los ejes que sustentan el
desarrollo sostenible marino. También hay que conocer y aceptar el
nuevo papel de la ciencia Oceanología en la sociedad del siglo XXI
que nos permite establecer y situar dentro de unos límites tanto
el «Estado del Sistema Marino» como las presiones sobre el mismo
(naturales o antropogénicas).
Estos planteamientos iniciales, junto con unas prioridades
políticas claras, bien establecidas y, siempre que sea posible,
consensuadas, nos permitirán llegar a un punto medio en estos tres
ejes.
La ciencia Oceanología ha avanzado mucho en los últimos años
y que este avance se puede y se debe traducir en una mejora de los
sistemas de gestión ambiental marinos. Una de las pruebas más
evidentes es que, con los conocimientos actuales, un gran número
de actuaciones del pasado serían ahora distintas. Conviene
recordar que nos referimos a múltiples actuaciones con costes de
ejecución importantes y costes de reparación medioambiental
igualmente cuantiosos, pues como ya hemos indicado, estamos
constatando ahora las primeras relaciones directas entre
desequilibrios ambientales marinos y repercusiones
económicas.
Resumiendo es imprescindible considerar el medio ambiente marino
como un tema estratégico para el futuro de la humanidad.
Reflexionemos sobre cómo era este planeta hace dos generaciones y
cómo será dentro de otras dos. ¿Qué estamos legando a las
generaciones futuras? Es ya imprescindible tomar conciencia de la
importancia y la necesidad ineludible de considerar el medio
ambiente marino y los recursos naturales como un tema estratégico,
un tema de Estado por encima de consideraciones políticas. Y hay,
efectivamente, espacio para todos. Empleando una de esas
divisiones cómodas de la sociedad: los políticos y las distintas
administraciones, y exigiendo responsabilidades cuando sea
necesario; los científicos, ejecutando una investigación de
calidad internacional y proporcionando, siempre que sea posible,
respuestas a los requerimientos de la administración, pero
siempre, también, desde planteamientos éticos centrados en mejorar
el bienestar de las generaciones actuales y futuras (estos
principios deben mantenerse tanto en los planteamientos teóricos
como en la práctica); finalmente, la sociedad civil, ejerciendo
cada día con mayor fuerza y profesionalidad una presión
democrática para que todos podamos vivir en un medio ambiente
realmente sostenible. Dr. Marcos Sommer (Oceanógrafos Sin
Fronteras).
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Guide to Ocean Friendly Seafood - The Blue Ocean Institute
https://www.blueocean.org/
Oceans Alive - Eat Smart
https://www.oceansalive.org/eat.cfm
The Empty Ocean: Plundering the World's Marine Life
https://www.amazon.com/exec/obidos/ASIN/1559639741/marinebioorg
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