LOS DESASTRES
CAUSADOS POR EL CALENTAMIENTO GLOBAL SON IRREVERSIBLES
Unanimidad científica en que
la temperatura subirá entre 1,8 y 4 grados, y vaticinan olas de
calor, deshielo y lluvias torrenciales.
La ONU mantiene desde los inicios del siglo XXI que el planeta
está en peligro
FERNANDO ITURRIBARRÍA / PARÍS - IDEAL
Alerta verde. El cambio climático es inequívoco e irreversible.
Sus efectos van a perdurar, al menos, un milenio. Y la culpa, casi
con toda probabilidad, es del hombre. La temperatura de la Tierra
subirá este siglo entre 1,8 y 4 grados centígrados, aunque puede
llegar a 6,4 en la hipótesis más pesimista. El nivel de los
océanos podría elevarse de 0,18 a 0,59 metros. Las olas de calor y
las lluvias torrenciales serán más frecuentes. Habrá menos nevadas
y disminuirá el volumen de los casquetes polares.
Son las alarmistas conclusiones del Grupo Intergubernamental del
Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés). El cuarto
informe, publicado en París, de este panel científico auspiciado
por las Naciones Unidas pretende ser un aldabonazo a la (mala)
conciencia de la humanidad. El mensaje intrínseco del documento
viene a ser que el planeta está en peligro y su suerte se nos
escapa de las manos. Pues aseveran que la responsabilidad es
humana. Al 90%.
«El debate sobre el vínculo entre las acciones humanas y el cambio
climático está completamente superado. El debate en adelante no
debe tratar más que de las medidas que hay que tomar», declaró
Rajendra Pachauri, presidente del IPCC, en la presentación del
informe en la sede de la Unesco. El texto, consensuado por medio
millar de especialistas de 113 países, considera «muy probable»
que el aumento de la temperatura media observado desde mediados
del siglo XX se deba al incremento de concentraciones de gases con
efecto invernadero por el uso de combustibles fósiles por parte
del hombre.
'Muy probable' ('very likely') significa en la jerga de los
climatólogos que su certeza en la responsabilidad humana supera el
90%. No llega a 'virtually certain', que pondría el grado de
convencimiento en el 99%. Pero supera el 'probable' (66% de
posibilidades) empleado en su anterior informe, publicado en 2001.
Y además añade el concepto 'anthropogenic', tan combatido por la
Administración Bush, para admitir que las denostadas emisiones han
sido engendradas por el ser humano.
«El calentamiento extendido que se observa en la atmósfera y los
océanos, aliado al deshielo de los glaciares, apoya la conclusión
de que es extremadamente poco probable que el cambio climático
mundial de los 50 últimos años pueda ser explicado sin una
intervención exterior, y muy probable que no sea debido a las
solas causas naturales conocidas», plantea el IPCC en un resumen
de 20 páginas dirigidos a los responsables políticos.
Además, los autores estiman que el calentamiento climático causado
por la actividad humana y la subida del nivel de los mares «van a
continuar durante siglos», pues el proceso ya esta desencadenado,
«incluso si las concentraciones de gas con efecto invernadero
llegaran a ser estabilizadas». A su juicio, las emisiones «pasadas
y futuras de dióxido de carbono (CO2) seguirán contribuyendo al
calentamiento y a la elevación del nivel del mar durante más de un
milenio».
«Incluso si detuviéramos todas nuestras emisiones hemos emprendido
un recalentamiento de cerca de un grado de manera inevitable»,
advierte el climatólogo francés Jean Clouzel, partidario de
alcanzar el objetivo fijado por la Unión Europea de limitar el
calentamiento a dos grados, aunque lo juzga «muy ambicioso». «Es
imperioso controlar el efecto invernadero y eso nos conduce a la
necesidad de dividir nuestras emisiones de gas carbónico por dos
de aquí a la segunda mitad del siglo XXI, o por cuatro, como
preconiza Francia», comenta este co autor del estudio.
Tifones y huracanes
El calentamiento tiende a reducir la capacidad de absorción del
dióxido de carbono por las tierras y los mares, con lo que se
incrementa la parte de las emisiones humanas que permanecen
estacionadas en la atmósfera. Una subida media de 1,9 a 4,6 grados
en la temperatura oceánica respecto a los valores de la era
pre-industrial conllevaría la desaparición completa del hielo en
Groenlandia, con una consiguiente elevación del nivel del mar de
unos siete metros, advierte el IPCC.
Las simulaciones producen una disminución de los hielos marinos
tanto en el Ártico como en el Antártico en todas las hipótesis
climáticas. En algunos modelos, el hielo desaparece casi por
completo en el Ártico a finales de verano en la segunda mitad de
siglo. Se considera verosímil que los futuros ciclones tropicales,
así como tifones y huracanes, se vuelvan más intensos, con vientos
máximos y precipitaciones más fuertes. Además, es muy probable que
los períodos caniculares, las olas de calor y las trombas de aguas
sean más frecuentes.
El informe destaca que once de los doce últimos años han sido los
más calurosos desde que existen registros sistematizados (1850).
Es uno de los efectos ya tangibles y observables del cambio
climático.
EL CAMBIO CLIMÁTICO, DRÁSTICO Y VIOLENTO
El aumento de CO2 amenaza con provocar una situación similar que
se vivió hace más de 200 millones de años
Un estudio publicado en 'Science' determina que el
calentamiento global, provocado por el aumento de las emisiones de
CO2, podría consolidarse con «drásticas» y «violentas»
oscilaciones del clima muy parecidas a las registradas a finales
de la Era Paleozoica, una etapa en la historia de la Tierra que se
inició hace unos 570 millones de años y terminó hace
aproximadamente 225 millones de años. Esto significa que el cambio
climático se produciría de un modo brusco, repentino, y no paso a
paso y de forma progresiva, tal y como se pensaba hasta ahora.
Isabel Montáñez, científica de la Universidad de California y
autora del informe, precisó que «hay muchos aspectos paralelos»
entre la situación actual y la que se vivió a finales del
Paleozoico. Uno de los principales, según la experta, hace
referencia a que el factor dominante del cambio climático es el
nivel de dióxido de carbono en la atmósfera.
Las conclusiones del estudio fueron obtenidas a partir de muestras
de más de 40 millones de años de composiciones isotópicas estables
de minerales procedentes de viejos terrenos y de antiguas plantas
y crustáceos braquiópodos, es decir, de los restos de CO2
atmosférico conservado en las rocas, el carbón y los fósiles de
plantas. La investigación capitaneada por Montáñez se ha centrado
en la situación climática, vegetal y terrestre a finales de la Era
Paleozoica y en el último período en el que los enormes glaciares
cubrían la superficie terrestre. Los análisis efectuados confirman
que los llamados gases de efecto invernadero provocaron un brusco
y violento cambio climático que, estima el estudio, podría
repetirse en un futuro con unas características muy similares.
Alteraciones de CO2
Hace unos 300 millones de años, el hemisferio sur del planeta
estaba totalmente cubierto por el hielo, los océanos del norte
eran una enorme masa gélida y los trópicos estaban dominados por
espesas selvas. 40 millones de años después, el rostro de la
Tierra sufrió un profundo cambio. El hielo se derritió, la
vegetación escaseaba y los vientos soplaban sobre una superficie
árida y ardiente. «Sólo un reptil podía sobrevivir en esas
condiciones», manifestó Isabel Montáñez.
Los científicos que participaron en el estudio se sirvieron de
modelos estadísticos con sistemas informáticos para trazar
paralelismos entre el pasado y el presente. Los resultados
obtenidos confirmaron que, a finales del Paleozoico, los niveles
de dióxido de carbono atmosférico presentaban unas alteraciones
muy pronunciadas; es decir, se comprobó que las placas de hielo
retrocedían cuando aumentaba la presencia de CO2 y se expandían
cuando se reducían los gases de efecto invernadero.
Los resultados del informe, en opinión de Montáñez, «no pueden
aplicarse directamente a la situación actual de calentamiento
porque el aumento de CO2 en la actualidad se produce a un ritmo
mucho mayor que entonces». Los nuevos datos demuestran que durante
millones de años los niveles de dióxido de carbono oscilaron entre
las 250 partes por millón hasta las actuales 2.000. De esto se
deduce que la Tierra podría sufrir un repentino y violento cambio
climático. «Hemos observado un modelo de incremento de CO2 y de
las temperaturas con una serie de altibajos», subrayó la
científica, un fenómeno muy parecido que tuvo lugar hace más de
200 millones de años.
Tesis cambiadas
Hasta ahora, los científicos sostenían la teoría de que el
calentamiento global provocaba un deshielo sostenido de forma
progresiva y sin alteraciones. Pero los datos recabados en la
investigación demuestran que, hace 260 millones de años, el clima
presentaba violentas oscilaciones entre ambos extremos de frío y
calor, aun cuando -como en estos momentos- la temperatura marcaba
una clara tendencia alcista.
Isabel Montáñez asegura que el cambio climático «no será gradual»,
aunque descarta poner fecha a una posible 'revolución'
atmosférica. «Aunque nuestros datos -en referencia al estudio-
cubren muchos millones de años, fenómenos similares como los
registrados al final de la Era Paleozoica podrían ocurrir durante
un lapso de tiempo mucho más corto».
OPINIÓN
EL CAMBIO CLIMÁTICO, HÁBITOS DEL DÍA A DÍA
Una opinión sobre la realidad del cambio climático
IVÁN MARCOS FERNÁNDEZ * GEÓGRAFO
En 2005 la Fundación Biodiversidad lanzaba una interesante campaña
para sensibilizar a los mas jóvenes sobre la realidad del tan
hablado Cambio Climático. En primer lugar la iniciativa era muy
interesante, además de formativa. Pequeños actos del día a
día como por ejemplo el comprar una bombilla de bajo consumo o
tener en cuenta el consumo energético a la hora de adquirir
un electrodoméstico mediante las famosas etiquetas de eficiencia
energética, son acciones que ayudan a contribuir al
ahorro energético en el ámbito domestico y por tanto evitar
que mediante el consumo energético de forma abusiva y poco
racional la acumulación en la atmósfera de gases que
contribuyen al efecto invernadero y por tanto a una inestabilidad
climática(fenómenos climatológicos mas extremos y de forma mas
rápida con cambio en el régimen de precipitaciones y variabilidad
en la temperaturas).
Otro aspecto de las condiciones climatologicas del planeta y sus
cambios es el debate sobre si el cambio en las temperaturas
y precipitaciones en la tierra así como cualquier fenómeno de
índole climatológico presenta algún origen natural de tipo cíclico
o si esta inducido por la actividad humana de los últimos años,
hecho que en mi opinión no merece ninguna evidencia si nos
atendemos a las conclusiones que la Comisión Intergubernamental
sobre el Cambio Climático presento hace mas de una década, y que
afirmaba dos cosas principalmente; La cantidad de dióxido de
carbono en la atmósfera había aumentado en los últimos 200 años y
por tanto se había alterado la composición química de la atmósfera
y por otra parte que la temperatura media global del aire había
aumentado entre 0,3 y 0,6 ª C en el ultimo siglo, aspecto que no
es nuevo y que minimizaría los efectos del calentamiento del
planeta si nos referimos a otras épocas de la historia de la
tierra como en el Mesozoico donde se sucedieron periodos con
elevadas temperaturas.
El aumento de temperatura en la tierra es un hecho, pero
como comentaba anteriormente este hecho no es una novedad si
tenemos en cuenta que en este último siglo es cuando se ha
producido en el mundo un desarrollo de la industria importante.
Por una parte los expertos en ese foro de la discordia y del
poco consenso científico que es el Panel Intergubernamental
del Cambio Climático, atribuyen a la acción humana ese incremento
de la temperatura, mediante diversos estudios que otros se
encargan de contrarrestar tales efectos y sobre todo la
"exageración" de este tema que se ha desarrollado especialmente
desde los medios de comunicación de este tema.
Un claro ejemplo es hace un par de meses, aparecía en un medio de
comunicación estadounidense que la base científica-matemática
sobre la cual esta basada el tal cambio climático podía contener
ciertos errores o exageraciones en por ejemplo en lo que se conoce
como el "palo de jockey", grafico que representa la evolución de
la temperatura global en la tierra, y que según algunos expertos
podía contener ciertos anomalías. Por otro lado el matemático
Mcintyre, publicaba en un reciente artículo que la base sobre la
que se desarrolla gran parte de la teoría del Cambio Climático
contenía errores de base como la toma de datos-algunos obsoletos-,
geográficos-localización- y de control de calidad y verificación
de esos datos.
Las alteraciones en la temperatura de la tierra a nivel terrestre
se han demostrado totalmente diferentes por ejemplo con el
experimento desarrollado hace un par de años por el Profesor
Singer, en el cual compleja red de satélites mostraba al igual que
los globos aerostáticos temperaturas diferentes a las registradas
por observatorios en la superficie terrestre.
En Diciembre de 1997 tiene lugar en la ciudad japonesa de Kyoto,
un tratado de varios países que se comprometen entre otros
aspectos, a la reducción de emisiones de CO2 que contribuyen al
calentamiento del planeta. Un tratado que por otra parte contempla
un mercado de emisiones donde países ricos que sobrepasan los
limites asignados por Kyoto pueden comprar a otros países- pobres-
que no llegan a esos limites, entre otros motivos por que
son países sin una economiza e industria activa, demuestra la
ineficacia de Kyoto.
En fin una polémica mas a este tema y en especial a ese tratado
ratificado por 156 países que representan el 60% de la emisiones
globales y que en el caso de España, qué supera sobradamente el15
% de cuota asignada en emisiones, tiene repercusiones económicas
muy negativas, cifradas por el Ministerio de Medio Ambiente en mas
de 80 millones de euros, además de un freno al crecimiento y
desarrollo económico español y que a largo plazo afectaran a
nuestros debilitados bolsillos (crecimiento del coste de la
energía, precio de los carburantes incrementados).
Es el precio del progreso, del estilo de vida y que como dijo uno
de los presidentes de uno de los países que no ratificaron el
protocolo, la comunidad internacional no pude frenar el estilo de
vida de sus conciudadanos, exactamente ahí esta la clave la de
renunciar o al menos minimizar los impactos de nuestros principios
de estilo de vida y de consumo.
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