CAMBIO CLIMÁTICO Y ENERGÍA NUCLEAR
ANÁLISIS, OPCIONES ENERGÉTICAS
SANTIAGO SAN ANTONIO * Director General Foro de la Industria
Nuclear Española Energía Nuclear y Desarrollo Sostenible
En Europa, la energía nuclear supone una contribución
valiosa para evitar las emisiones de gases de efecto
invernadero, evitando 800 millones de toneladas de CO2 que se
liberarían a la atmósfera cada año.
En España, los nueve reactores nucleares evitan cada año la
emisión de 60 millones de toneladas de CO2. Esto equivale a lo
que emiten el 75% de los vehículos que circulan por nuestro
país.
Es necesario utilizar fuentes alternativas para satisfacer la
cada vez más grande demanda energética, de forma que suponga el
mínimo impacto sobre el medio ambiente. Para poder desarrollar
políticas energéticas adecuadas es preciso contar con toda la
gama de opciones energéticas posibles.
La energía es fundamental para el desarrollo social y económico de
la humanidad. Las decisiones que se tomen hoy determinarán nuestra
forma de vida y la clase de mundo que legaremos a las generaciones
futuras.
En el momento actual es necesario un cambio en nuestra forma de
vida. Es evidente que no se puede continuar por el mismo camino
seguido hasta ahora. No se puede seguir utilizando los
combustibles fósiles al mismo ritmo de consumo actual, ya que
antes o después se agotarán, y su uso incontrolado tendrá efectos
catastróficos sobre el entorno que nos rodea.
Por lo tanto, es necesario utilizar fuentes alternativas para
satisfacer la cada vez más grande demanda energética, de forma que
suponga el mínimo impacto sobre el medio ambiente. Para poder
desarrollar políticas energéticas adecuadas es preciso contar con
toda la gama de opciones energéticas posibles.
Hemos de ser capaces de elegir entre todas las fuentes de energía
disponibles y entre aquéllas que aún están en desarrollo. A
priori, no debe descartarse ninguna fuente energética. Cada país
debe tener libertad para elegir las fuentes que mejor considere
para su abastecimiento energético, teniendo en cuenta criterios
económicos, tecnológicos y medio ambientales.

Central nuclear de Brokdorf, en el norte de Alemania, .- EFE/Kay
Nietfeld
La energía nuclear es una alternativa viable a los combustibles
fósiles, ya que las centrales nucleares no emiten gases
contaminantes, siendo una energía respetuosa con el medio
ambiente.
En España, los nueve reactores nucleares evitan cada año la
emisión de 60 millones de toneladas de CO2. Esto equivale a lo que
emiten el 75% de los vehículos que circulan por nuestro país.
En este documento se muestra el papel que la energía nuclear está
jugando para disminuir las emisiones de gases de efecto
invernadero y contribuir al desarrollo de los países con
necesidades crecientes de energía.
"
El desarrollo sostenible es aquél que permite satisfacer
nuestras necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las
generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
. El desarrollo sostenible no es un estado de armonía inmutable,
sino más bien un proceso de cambio en el que la explotación de los
recursos, la orientación del desarrollo tecnológico y el cambio
institucional se hacen compatibles tanto con las necesidades
futuras como con las presentes."
Fuente: Nuestro Futuro Común (Informe de la Comisión Brundtland),
Comisión Mundial sobre Desarrollo y Medio Ambiente, 1987
La demanda de electricidad va unida al crecimiento de la
población, al crecimiento económico y a los desarrollos
tecnológicos. Se espera que, para el año 2050, la población
mundial aumentará hasta los 10.000 millones de habitantes,
produciéndose la mayor parte de este crecimiento en los países en
vías de desarrollo. En la actualidad, todavía hay 2.000 millones
de personas - aproximadamente un tercio de la población mundial -
que no tienen acceso a la energía eléctrica.
Las personas tenemos una serie de necesidades humanas básicas que
deben satisfacerse: agua y aire limpios, alimentos, vivienda,
calefacción, luz y energía. La electricidad juega un papel
esencial en la satisfacción de estas necesidades.
La Agenda 21, aprobada en la Conferencia de Río sobre Desarrollo y
Medio Ambiente de 1992, subraya que "la energía es esencial para
el desarrollo social y económico y para una mejor calidad de
vida... Es preciso utilizar todas las fuentes de energía de una
manera que sea respetuosa con la atmósfera, la salud humana y el
medio ambiente".
El desarrollo sostenible nos plantea el reto de proporcionar al
mismo tiempo desarrollo económico, calidad medioambiental e
igualdad social. La sostenibilidad se debe entender como un
proceso continuo que considera de forma simultánea esos tres
aspectos. En el área de la política energética, esto significa un
uso racional de las reservas de combustible, la generación de
energía a un coste razonable, la utilización racional del suelo y
la minimización del impacto sobre el medio ambiente.
Disponibilidad de Combustible
El uranio, la materia prima del combustible nuclear, se encuentra
en abundancia en una serie de países políticamente estables, tales
como Canadá y Australia. El volumen de combustible nuclear, su
transporte, el uso del suelo, su almacenamiento y la cantidad de
residuos son todos de menores proporciones que los que requieren
los combustibles fósiles. La intensidad energética del uranio es
muy beneficiosa desde el punto de vista medioambiental - una
tonelada de uranio produce tanta energía como se conseguiría con
17.000 toneladas de carbón.
USO DEL SUELO
Uso comparativo del suelo con diferentes fuentes energéticas para
una central eléctrica de 1.000 MW de potencia:
Nuclear 1-4 km2
Solar 20-50 km2
Eólica 50-150 km2
Biomasa 4000-6000 km2
Los factores de disponibilidad en el caso de las energías solar y
eólica están entre 20-40%, mientras que en el de las centrales
nucleares están, como media, en 75-80%.
Las enormes superficies de suelo que requiere la biomasa supone
que sólo se pueda utilizar a gran escala en países con una baja
densidad de población y un clima favorable. Muchos de los países
en vías de desarrollo no pueden permitirse dedicar grandes
superficies para la producción de biomasa cuando su principal
necesidad está en la producción de alimentos.
A diferencia de la energía solar y los parques eólicos, las
centrales nucleares no dependen de la climatología, lo que las
hace idóneas para la producción base de energía eléctrica, que es
aquella que se requiere durante las 24 horas del día, todos los
días del año.
EFECTOS MEDIOAMBIENTALES DE LOS RESIDUOS RADIACTIVOS
Los residuos de toda actividad industrial han de ser
acondicionados, tratados y almacenados sin riesgo para las
generaciones presentes y futuras, así como para el medio ambiente.
Desde su origen, la industria nuclear siempre ha gestionado los
residuos con estrictos mecanismos de seguridad y responsabilidad,
aplicando el criterio de "concentración y confinamiento", frente
al de "dilución y dispersión" de otras industrias.
En España, la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA)
realiza la gestión de los Residuos Radiactivos generados por el
uso industrial de la energía nuclear, tanto en su aspecto de
generación eléctrica como en el resto de actividades médicas o
industriales. ENRESA está dotada de la capacidad tecnológica y
humana necesaria para asesorar técnicamente sobre la toma de
decisiones y ejecutar las que se adopten.
Además, en España, la industria nuclear es el único sector que
tiene aprobado por el Consejo de Ministros un Plan General de
Residuos. El V Plan de Residuos Radiactivos, aprobado por el
Gobierno en julio de 1999, fija el año 2010 para la toma de
decisiones respecto a la gestión final del combustible gastado y
los Residuos de Alta Actividad. También, y dentro del programa de
I+D, contempla dos opciones básicas:
- Utilizar un almacenamiento directo del combustible gastado, en
un Almacenamiento Geológico Profundo. - Separación y transmutación
de los actínidos y productos de fisión de vida larga, para
conseguir una reducción cualitativa y cuantitativa de los residuos
a gestionar.
En España, la
cantidad de residuos generados en las centrales
españolas, supone el 0,6 % de todos los residuos muy tóxicos
y peligrosos.
Cada año se producen 2.000 toneladas de residuos de baja y media
actividad y 160 toneladas de combustible gastado y residuos de
alta actividad, frente a:
· 50.000.000 toneladas de basuras diversas,
· 3.500.000 toneladas de residuos industriales,
· 350.000 toneladas de residuos muy tóxicos y peligrosos
Competitividad
Un factor clave para el logro de un desarrollo sostenible es el
uso racional y económico de los recursos disponibles. En este
sentido, deberían tenerse en cuenta todos los costes sociales y
externos que conlleva cualquier tecnología de producción
energética, incluidos los efectos medioambientales de todo el
ciclo del combustible.
En el proyecto ExternE, realizado por la Comisión Europea en
colaboración con el Departamento de Energía de los Estados Unidos,
se examinan las externalidades de las cadenas energéticas
completas. Los siguientes son los resultados arrojados por el
estudio, y que se presentaron como el coste total de la producción
eléctrica en centavos de euro por kilovatio-hora.
.
COSTE DE LA
PRODUCCIÓN ELÉCTRICA (centavos de euro / kWh)
Carbón 7
Petróleo 6
Gas 3.9
Eólica 6.2
Hidráulica 4.7
Nuclear 3.5
.
La industria nuclear está experimentando un dinámico desarrollo de
nuevos tipos de reactores para satisfacer las necesidades futuras
de expansión de la energía nuclear y de ajuste al mercado
energético. Entre dichos tipos cabe citar el Reactor Europeo de
Agua a Presión (EPR, en siglas inglesas) y los nuevos diseños del
Reactor de Alta Temperatura (HTR, en siglas inglesas).
En la última década se ha producido un importante avance en cuanto
a potenciar los factores de disponibilidad de reactores y en
aumentar la eficiencia del combustible. Estas dos mejoras han
posibilitado una notable reducción en los costes de producción de
la energía eléctrica.
En el contexto actual, con la liberalización de los mercados y los
bajos precios de la energía, el papel de la energía nuclear podría
verse reducido si no fuera por sus ventajas medioambientales y
económicas a medio y largo plazo. Parece claro, sin embargo, que
la generación energética es un sector estratégico que no puede
desarrollarse contando sólo con las opciones del corto plazo.
Actualmente existen en el mundo 433 reactores comerciales en
operación, y otros 37 en fase de construcción, lo que hace de la
energía nuclear la tercera fuente mundial de generación de
electricidad.
Las centrales nucleares producen hoy en día el 35% de toda la
energía eléctrica que se consume en la Unión Europea. La energía
nuclear supone un suministro de electricidad seguro que aporta
diversidad en el suministro energético y reduce la dependencia de
los combustibles fósiles, expuestos a fuertes cambios en los
precios.
CAMBIO CLIMÁTICO
Una cuestión clave en lo referente a la sostenibilidad es la
protección del medio ambiente. En Europa, la energía nuclear
supone una contribución valiosa para evitar las emisiones de gases
de efecto invernadero, evitando 800 millones de toneladas de CO2
que se liberarían a la atmósfera cada año. A modo de comparación,
sirva citar que el objetivo de la UE en Kioto de una reducción del
8% en la emisión de gases de efecto invernadero equivale a 400
millones de toneladas anuales de CO2..
La energía nuclear evita también la emisión de otros gases
dañinos, incluidos el dióxido de azufre (SO2) y el monóxido de
carbono (CO).
Las emisiones equivalentes de CO2 para todo el ciclo de
combustible nuclear (desde la extracción de uranio hasta la
evacuación de los residuos) oscilan entre 10 y 50 g/kWh, es decir,
lo mismo que en el caso de la energía eólica. Otras cifras
comparables en el caso del ciclo de los combustibles fósiles están
entre 450 y 1.200 g/kWh.
La energía nuclear y la hidráulica son las únicas fuentes de
electricidad a gran escala, económicas y exentas de emisiones de
carbono, cuya expansión puede hoy en día contemplarse a escala
significativa.
Desde cualquier punto de vista, la energía nuclear constituye una
tecnología sostenible que puede darnos servicio a largo plazo, con
el máximo beneficio para la sociedad y un mínimo coste para el
medio ambiente.
LA ENERGÍA NUCLEAR EN EL PROCESO DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Teniendo en cuenta el debate que está produciendo este tema, la
industria nuclear tiene que demostrar a todo el mundo el legítimo
papel que debe jugar en el proceso de cambio climático. Tres de
nuestros mensajes son:
Tecnología preventiva La emisión de gases de efecto invernadero a
la atmósfera es una cuestión de creciente preocupación. La energía
nuclear es una tecnología que evita las emisiones y que debe
reconocerse como tal en los debates sobre el cambio climático y en
todos los mecanismos de la Cumbre de Kioto.
Forma parte de la cesta energética global La población mundial
está aumentando rápidamente. Un tercio todavía no tiene acceso a
la electricidad. En la actualidad, un tercio aproximadamente de la
electricidad producida en Europa y un 17% de toda la producción
mundial es de origen nuclear. La energía nuclear es necesaria si
se quiere satisfacer la demanda de electricidad y garantizar el
suministro.
Sin exclusión de tecnologías No deberían excluirse tecnologías de
los mecanismos identificados en la Cumbre de Kioto. La opción
nuclear debe basarse en las circunstancias particulares de cada
país.
Los objetivos de la Cumbre de Kioto negociados por la UE
corresponden a una reducción del 8% de las emisiones de gases de
efecto de invernadero. Esta reducción equivale a unos 400 millones
de toneladas de CO2 al año. La cantidad de CO2 que la energía
nuclear evita producir anualmente en Europa asciende a 800
millones de toneladas. Por consiguiente, cerrar las centrales
nucleares es incompatible con los esfuerzos por reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero.
Un estudio recientemente publicado, elaborado para la Dirección
General de Trasportes y Energía de la Comisión Europea, demuestra
que la UE no puede alcanzar sus objetivos de Kioto sin contar con
la energía nuclear, ni tampoco lograrlo sin construir nuevas
centrales nucleares. El informe establece que la UE necesitará
incrementar alrededor de 100 GW su capacidad nuclear a lo largo de
los próximos 25 años para poder alcanzar sus objetivos de
reducción de CO2. Esta cantidad equivale a la construcción de 100
nuevas centrales nucleares, con una potencia de 1.000 MW cada una.
Los principios de la Cumbre de Río, establecidos en la Declaración
de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, reiteran expresamente el
derecho de toda nación a elegir y explotar los recursos que
existen dentro de sus fronteras en consonancia con sus propias
políticas de desarrollo. La decisión de utilizar la tecnología
nuclear lleva consigo la especial responsabilidad de evitar
cualquier perjuicio a otras naciones y al conjunto de los
ciudadanos, responsabilidad asumida por la industria nuclear, y de
la que da cuenta su dedicación en pro de la seguridad y la
protección del medio ambiente.
Los acuerdos internacionales y las acciones emprendidas para
llevarlos a cabo deberán reconocer y respetar el derecho de los
gobiernos soberanos a tomar tales decisiones. Las decisiones sobre
transferencia de tecnología, utilización del combustible y ayuda
al desarrollo deben quedar en manos de cada nación e implantarse
de plena conformidad con los requisitos de los tratados
internacionales de no-proliferación, y no ser bloqueadas en el
ámbito internacional por razones puramente políticas. Esto es
aplicable también a los mecanismos de Kioto.
Dichos mecanismos deberían implementarse sin ningún tipo de
limitación sobre la naturaleza y alcance de los proyectos que
resulten aceptables, si queremos optimizar las opciones
energéticas y de desarrollo de cada país.
Loyola de Palacio, la Comisaria Europea de Energía y Transporte,
manifiesta que: "Europa debe entender claramente el importante
papel de la energía nuclear, puesto que ésta contribuye en un 35%
a la producción europea de electricidad. La progresiva disminución
de esta fuente de energía minaría significativamente las
posibilidades de Europa para afrontar los retos de sostenibilidad
del crecimiento económico amenazada por una mayor dependencia de
las importaciones con dificultades para cumplir los compromisos de
Kioto. En cuanto a esto último, también deberíamos explorar la
forma en que la energía nuclear podría mejorar su contribución a
la implantación de estos mecanismos de flexibilidad".
El Protocolo de Kioto apela al fomento de tecnologías que
prevengan las emisiones de CO2 y de tecnologías avanzadas,
innovadoras y respetuosas con el medio ambiente. La energía
nuclear es una de estas tecnologías no emisoras, y junto con
otras, tales como la solar, la eólica y la hidráulica, está
contribuyendo a la prevención de la emisión de gases de efecto
invernadero, y seguirá haciéndolo en el futuro.
El mantenimiento y potenciación de la generación de electricidad
con centrales nucleares puede evitar el aumento de las emisiones
que, de otro modo, se derivarían del crecimiento económico. Dichas
emisiones de CO2 podrían evitarse en mayor medida aumentando la
capacidad nuclear, renovando las centrales nucleares existentes y
ampliando su vida operativa.
En términos socioeconómicos y medioambientales, la energía nuclear
sigue siendo una opción viable para un mundo enfrentado a una
mayor demanda de energía y a una creciente preocupación por el
calentamiento global.
La energía nuclear juega un importante papel en el debate sobre el
cambio climático y en los esfuerzos para reducir las emisiones de
CO2.
(1) Discurso titulado: "Energía y Transporte - Estrategia Europea
para un Desarrollo Sostenible en el Siglo XXI", realizado en la
Reunión del Centro de Política Europea (CPE), de 21-03-00
Emisiones que se Evitan
Anualmente con la Producción de Electricidad en las Centrales
Nucleares
País SO2........... CO2 ...............NOx
Bélgica 53.000 toneladas 33 millones toneladas 52.000
toneladas
Finlandia 14.800 toneladas 18,6 millones toneladas 13.300
toneladas
Francia 2 millones toneladas 300 millones toneladas 1,1 millones
toneladas
Alemania 96.000 toneladas 158 millones toneladas 118.000
toneladas
Holanda 0 1,5 millones toneladas no aplicable
España 334.400 toneladas 45,6 millones toneladas 167.200
toneladas
Suecia ND 61 millones toneladas ND
Suiza 69.000 toneladas de SOx 20,7 millones toneladas CO2
equivalentes 26.000 toneladas
Reino Unido ND 62 millones toneladas ND ND: No disponible
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