CAMBIO
CLIMÁTICO, ENERGÍAS RENOVABLES, CONTAMINACIÓN
LAS
ADVERTENCIAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO QUE NOS HA DEJADO EL VERANO
Necesitamos
empezar a apostar por más soluciones sostenibles, energías menos contaminantes
WASTE MAGAZINE
Siempre acostumbramos a escuchar titulares parecidos año tras año.
"El verano más
caluroso en x años", "temperaturas récord", "escasez de lluvias". La continuidad de
estas afirmaciones ha hecho que casi nos acostumbremos a ver cómo, a cada año que pasa, los
termómetros se elevan más y más cuando llega el verano. Sin embargo,
el verano de 2022 ha
sido distinto, ha sido un claro indicativo de que algo está cambiando, y de que estamos
entrando en una dinámica muy peligrosa para el futuro de la humanidad y del planeta.
Solo hay que echar un vistazo a los
titulares de las últimas semanas y meses a
nivel internacional para darse cuenta de ello. Necesitamos cambiar, necesitamos empezar a apostar
por más soluciones sostenibles, energías menos contaminantes, métodos que permitan reducir el daño
que causamos al medio ambiente, y necesitamos hacerlo cuanto antes.
¿Por qué este verano está siendo clave para entender la crisis climática?
En España se ha visto cómo
las cosechas de 2022 han sido las peores en años. Los
fuertes vientos en diferentes puntos del país, sumado a lo temprano de las temperaturas extremas,
ha echado a perder muchísimos cultivos y esto, probablemente, acabe repercutiendo en los precios
de sus productos derivados o incluso en los de verduras y frutas, durante los próximos
meses.
En ese sentido, muchos agricultores ya están
tomando medidas sostenibles de cara
al futuro. No solo quieren protegerse, quieren evitar que estas situaciones se repitan, por el
bien de todos, por eso están usando fertilizantes orgánicos,
bioestimulantes que favorecen el crecimiento de los cultivos sin
dañar el entorno, consiguiendo así una producción alimentaria ecológica, saludable y sobre todo
sostenible.
Aunque su caso no es el único donde se han visto cambios. Si tenemos que repasar las señales que
este verano ha dejado sobre la crisis climática, tenemos por ejemplo las
disparatadas
temperaturas registradas en Reino Unido durante la última ola de calor, que han causado
una situación insostenible. El país se ha dado cuenta de que no está preparado para el calor, con
problemas en instalaciones y en numerosos servicios ante una situación nunca
antes vista.
Un pequeño reducto de agua se mantiene sin esperanzas de continuidad en la laguna de la
Rocina, Doñana. Foto: J. E. Gómez * Waste Magazine
No solo allí, si miramos de nuevo a España, se observa claramente que
la desertización
avanza. Sin ir más lejos, lugares como
Doñana han quedado
completamente secos recientemente, este parque natural ubicado en Huelva, que siempre ha logrado
conservar aunque fuera un resquicio de agua en las épocas más calurosas, ha desistido ante las
inclemencias de este año, aunque el factor humano también ha hecho de las suyas para empujarlo a
una situación tan crítica.
Casos de incendios forestales imposibles de controlar,
verdor que se pierde en los
bosques, problemas para mantener cultivos,
problemas para una fauna en peligro
acorralada por los crecientes desiertos, servicios que tienen que detenerse, población que sufre
fuertes golpes de calor... El mundo está cambiando para mal, por suerte cada vez se están
encontrando más soluciones sostenibles con las que preservar y cuidar el planeta en el que
vivimos. Algo altamente necesario que pasa por el abandono de los combustibles fósiles, un control
real de las emisiones y un mejor aprovechamiento de los recursos renovables.
¿Conseguiremos pisar el freno antes de que sea demasiado tarde?
Borreguiles de alta montaña secos a mediados del verano. Foto: J. E. Gómez * Waste Magazine
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