CABO DE GATA, ENTRE EL DESIERTO Y EL MAR
El Cabo de Gata se encuentra al sur de la península ibérica, en la
provincia de Almería y es, como muchos consideran, un paraíso en
el Mediterráneo. Dada su belleza y su exquisita combinación entre
paisajes marítimos y lugares de origen volcánico, es el espacio
protegido marítimo-terrestre de mayor superficie.
WASTE MAGAZINE
Las playas de Cabo de Gata, un paraíso en el Mediterráneo
Cerca de la localidad de San José se encuentran dos de las playas
de mayor belleza natural, además de las más famosas, del cabo: la
playa de Los Genoveses y la
playa de
Mónsul. La primera ocupa toda la bahía y está formada
por pequeñas
dunas de arena fina. La playa de
Mónsul tiene unas peculiares
formaciones de lava
erosionada que, junto a sus aguas cristalinas y su
arena fina, la convierten en una de las más bellas. Ambas se
encuentran en un valle virgen sin apenas construcciones ni
carreteras asfaltadas.
Entre las localidades de Agua Amarga y Carboneras se encuentra la
hermosa
playa de los Muertos. El acceso a esta
playa es algo complicado, aunque el esfuerzo merece la pena por
sus aguas cristalinas y de un color azul intenso.
La
playa de Las Negras se encuentra en el
pequeño pueblo homónimo y recibe su nombre por las piedras de
color oscuro que se encuentran diseminadas por toda la arena.
Desde esta localidad también se puede acceder a varias calas como
la
Cala de San Pedro o la
Cala del
Cuervo.
Junto al faro de Cabo de Gata se encuentra uno de los lugares más
emblemáticos del parque: el
Arrecife de las Sirenas.
Las formaciones que se pueden observar en el agua son antiguas
chimeneas volcánicas, de ahí su color oscuro, que junto a las
aguas cristalinas en sus diferentes tonalidades de azul forman uno
de los más bellos paisajes de toda la provincia.
Más allá de las playas
A pesar de que Cabo de Gata es conocido por sus maravillosas
playas, existen otros puntos de interés en la zona que atraen
tanto a locales como turistas. Las
salinas de Cabo de
Gata son un claro ejemplo de esto. Este entorno de
unas 400 hectáreas posee un
gran valor ecológico
albergando multitud de especies animales y vegetales. Es un lugar
idóneo para observar un centenar de distintas especies de aves,
especialmente los flamencos rosados.
Los amantes de la geología pueden disfrutar de la
duna
fosilizada más grande del Parque Natural en la
localidad de los Escullos. Esta
fascinante escultura
rocosa se ha ido transformando debido a la erosión
producida por el viento, el oleaje y la lluvia, convirtiéndose en
un paisaje único. Este lugar es también uno de los preferidos por
los buceadores por su gran cantidad de fauna marina.
San José es considerada como la
capital
del Parque Natural por ser la población más grande
dentro del parque. En esta localidad se pueden encontrar
todos
los servicios necesarios como supermercados, diferentes
opciones de alojamiento como camping o hoteles con servicios de
juegos
casino, restaurantes, bares y mucho más. Este pequeño pueblo
pesquero ha ido evolucionando con los años, convirtiéndose en un
núcleo turístico que acoge a miles de personas al año.
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