GUÍA PARA MANTENER LA SALUD DE TU CABALLO DURANTE EL CALOR
Los animales, al igual que las personas, necesitan una serie de
cuidados específicos cuando
llega el verano. La razón es clara: el
aumento de las temperaturas no siempre
es bueno y si no los protegemos de ellas, podemos provocar que termine enfermando o estén
expuestos a todo tipo de situaciones que es mejor evitar para poder garantizar sus mejores
condiciones en materia de salud.
Lo primero que debemos tener en cuenta, a
modo de recomendación general, es que
en caso de duda siempre debemos realizar un
test de caballos o acudir al veterinario. Y es que el calor puede
afectar gravemente la salud de estos animales, por lo que es importante que siempre tengamos todo
bajo control. En este artículo te contamos todo lo que tiene saque saber al respecto.
La importancia de la hidratación
Como no podía ser de otro modo, no podemos comenzar hablando de los cuidados de un ser vivo
durante el verano que no sea recomendado y enfatizando sobre la importancia de la hidratación. El
agua es esencial para la salud de cualquier animal, pero durante los días
calurosos, los caballeros sufren considerablemente.
La deshidratación puede ocurrir cuando menos nos lo esperamos en climas cálidos y puede ser
peligrosa para tu caballo. Más aún porque no siempre es sencillo tratarla y lo mejor que podemos
hacer es prevenirla.
Es crucial asegurarte de que siempre tenga
acceso a agua fresca y limpia. Cambia
el agua varias veces al día para mantenerla en el mejor estado posible. Dependiendo de su tamaño y
nivel de actividad, el caballo puede necesitar más o menos cantidad de agua. Pero siempre es
recomendable que cuente con lo necesario.
En días extremadamente calurosos,
agregar electrolitos al agua puede ayudar a
reponer las sales minerales perdidas por el sudor. Los electrolitos son muy importantes para
mantener el equilibrio de los fluidos y apoyar la función muscular. También es importante vigilar
la ingesta de agua de tu caballo y estar atento a signos de deshidratación, como encías secas,
notar los ojos demasiado hundidos o una disminución en la producción de orina.
Monitoriza los signos de golpe de calor
El
golpe de calor es, como ya hemos anticipado, uno de los grandes problemas a
los uqe nos vamos a enfrentar. Es muy importante conocer los signos y síntomas para poder actuar
con rapidez. Los síntomas de golpe de calor son muy variados, pero se pueden resumir si notamos
cómo se produce una respiración rápida y superficial, sudoración excesiva, encías rojas o pálidas
y un aumento en la temperatura corporal. Palpable incluso sin instrumentos externos.
En el caso de que notemos algunos de estos síntomas, lo primero que debemos hacer es proteger a
nuestro calor de la radiación solar directa. Además, debemos proporcionarle agua fresca de
inmediato y mojarlo con agua fría, especialmente en la zona del cuello y la cabeza.
En caso de deshidratación, la intervención rápida es esencial para evitar daños graves. Por lo que
debemos permanecer atentos a cualquier señal que se puede producir. Es muy importante actuar con
rapidez y
llamar a un veterinario de inmediato si tu caballo muestra signos de
golpe de calor. Además, en caso de síntomas poco comunes, es recomendable realizar un test
genético para caballo para asegurar que no existan predisposiciones genéticas que puedan
aumentar el riesgo de golpe de calor. La prevención, como ya hemos mencionado, es
siempre la mejor estrategia.
En caso de duda, acude al veterinario
Pese a todo lo que hemos mencionado hasta ahora, no podemos olvidar lo importante que es confiar
en un especialista siempre que lo necesitemos. Las evaluaciones regulares por parte de un
veterinario son esenciales para
mantener la salud de tu caballo, especialmente
durante el calor.
Un veterinario puede
identificar problemas de salud que podrían ser todavía
mayores por las altas temperaturas y proporcionar recomendaciones específicas para el cuidado de
tu caballo. Las consultas regulares permiten detectar cualquier cambio en la condición física del
caballo y ajustar la dieta u ofrecer una serie de suplementos que le permitan garantizar sus
mejores niveles de salud.
Los
veterinarios también pueden recomendar suplementos o ajustes en la dieta
para mejorar la resistencia al calor. Es importante llevar un registro detallado de cualquier
cambio en el comportamiento o la salud del caballo y discutir estos cambios con el veterinario
durante las visitas. En caso de síntomas poco comunes, como cambios en el apetito, comportamiento
demasiado lento o problemas respiratorios, es crucial consultar a un especialista para despejar
cualquier duda. Además, realizar u
n test genético para caballo puede ser una
buena idea para identificar predisposiciones genéticas a ciertas condiciones que podrían verse
agravadas por el calor. No lo pienses más, sigue los consejos que te hemos proporcionado y
descubre cómo cuidar a tu caballo de la mejor forma posible.
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