FOTO: J. E GÓMEZ * WASTE MAGAZINE
¿CÓMO
PODEMOS SALVAR LA BIODIVERSIDAD FORESTAL?
La
degradación de los bosques debido a diferentes actividades humanas ha reducido el tamaño de
estos, especialmente en Centroamérica, Sudamérica, sudeste asiático y África
WASTE MAGAZINE
Uno de los grandes problemas de la humanidad a día de hoy es el cambio climático y una de las
causas que lo provocan tiene como origen el declive del hábitat forestal y la consecuente pérdida
de biodiversidad. La biodiversidad no se refiere solo a la riqueza de vida animal, vegetal y de
otros tipos en una zona determinada, también a las complejas interacciones que se producen entre
sí y que forman ecosistemas y mini comunidades. La biodiversidad debe garantizarse de 3 formas:
diversidad genética dentro de la misma especie, diversidad de especies y diversidad de
comunidades.
En lo relativo a los bosques, su biodiversidad es principalmente terrestre y acuática, y en las
regiones tropicales húmedas, la biodiversidad es la más rica de entre todos los ecosistemas que
hay en el planeta. Sin embargo, la degradación de los bosques debido a diferentes actividades
humanas ha reducido el tamaño de estos, especialmente en Centroamérica, Sudamérica, sudeste
asiático y África. Otros aspectos que se ven perjudicados por la pérdida de bosque son la
regulación global del clima, la producción de biomasa, el suministro y purificación del agua o la
polinización.
Conservando la biodiversidad forestal
La conservación de los bosques y su biodiversidad pasa por una utilización correcta y sostenible
de los recursos forestales y, para ello, hace falta corroborar que esto se cumple fomentando un
control eficaz, medidas de incentivación, investigación y formación, y educación y concienciación
por parte de todos. Dada la complejidad que envuelve a los ecosistemas forestales son necesarias
funciones y procesos que sean representativos en todos los niveles del ecosistema y que permitan
un control total de todos ellos.
Normalmente, la extensión de los bosques y otras masas forestales es enorme, lo que hace que
realizar un control sobre el terreno sea muy costoso y altamente ineficaz, especialmente sabiendo
que hay zonas de muy difícil acceso. Es por ello que en los últimos años la tecnología juega un
papel clave en la protección del medio ambiente, en general, y en la conservación de la
biodiversidad forestal, en particular. Las imágenes de satélite son cada vez más asequibles
económicamente y el procesamiento de datos cada vez extrae más y más información de ellas, sumado
a una
plataforma
de monitoreo forestal eficaz y fácil de usar, ayudan a mejorar todos los procesos de
conservación del bosque.
La creación de mapas terrestres de las masas forestales en los que se recoge la orografía del
terreno, la distribución y abundancia de las especies que viven en ellas y otras características
esenciales del bosque sería imposible sin la ayuda de la teledetección. Solo con ella es posible
comprender fenómenos como patrones climáticos o tendencias.
Gracias a las herramientas de monitorización, se puede reconocer cualquier tipo de amenaza a
distancia y tomar medidas antes de que sea demasiado tarde. La tecnología satelital permite
evaluar el impacto de una catástrofe natural y también planificar el uso de la tierra y la gestión
de los recursos forestales para evitar malas prácticas o actividades como la tala ilegal.
Asimismo, los datos de teledetección pueden arrojar luz sobre el impacto de ciertas actividades
humanas en la tierra y la cubierta vegetal.
Además de la teledetección, los pueblos indígenas y las comunidades locales juegan un papel activo
y clave a la hora de monitorizar los ecosistemas a largo plazo, pues son esas personas quienes
viven en armonía con la naturaleza y cuyos métodos de conservación tradicionales han demostrado
ser muy eficaces. Esto es especialmente importante cuando dichos pueblos o comunidades viven en
zonas como el Ártico o el Amazonas.
Cualquier idea o sistema de conservación que no cuente con la información de estas
comunidades o les perjudique de un modo u otro aportará más desventajas que ventajas. De hecho, es
tal el grado de conocimiento de estas comunidades indígenas que en las zonas semipolares de EE.UU
y Canadá forman parte de la red de observadores del clima y la fauna.
Es importante concienciar a la humanidad de la importancia de los bosques y el papel que juegan a
nivel económico y medioambiental cuando existe una biodiversidad rica y sana. Cualquier plan de
gestión forestal debe considerar cuidadosamente el uso de la tierra en términos de los probables
resultados de biodiversidad y conservación, sin limitarse exclusivamente al propio bosque y
teniendo en cuenta las tierras agrícolas o los pastizales cercanos.
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