¿Dónde
va la basura electrónica?
"
El tratamiento de la basura electrónica ha llegado a ser no
sólo importante, sino que es absolutamente urgente" - Achim
Steiner.
Por Cristian Frers/ WASTE MAGAZINE
En la película animada "Wall-E", un simpático robot es diseñado
para limpiar la chatarra que cubre la Tierra después de que fuera
destruida y abandonada por el ser humano. Una vez más, el
celuloide vaticina posibles realidades. Hoy los países
desarrollados y en vías de desarrollo se enfrentan con graves
problemas medioambientales a causa de la acumulación de enormes
cantidades de basura electrónica.
Indiscutiblemente el avance de la tecnología generó innumerables
cambios en la vida cotidiana. El notable incremento de los
estándares de confortabilidad y de las expectativas de vida, la
simplificación de los procesos de producción así como de las
tareas diarias, y, respecto de las comunicaciones, el hecho de que
se han visto mayormente liberadas de los obstáculos de tiempo y
espacio.
No obstante, la cara menos amable del avance tecnológico se
manifiesta en un crecimiento exponencial de los desechos
electrónicos, entre los cuales podemos nombrar: computadoras,
celulares, televisores, electrodomésticos, entre otros, problema
que hoy deben enfrentar tanto los países desarrollados como las
naciones en desarrollo.
Hoy por hoy, la basura electrónica contiene metales pesados y
sustancias químicas tóxicas persistentes que no se degradan con
facilidad en el ambiente entre los cuales podemos identificar
plomo, mercurio, berilio y cadmio. Como estos aparatos han sido
diseñados utilizando tales sustancias, cuando son desechados, no
pueden ser dispuestos o reciclados de un modo ambientalmente
seguro.
La fabricación de productos electrónicos ha crecido en los últimos
años debido a los nuevos diseños que reducen la vida útil de los
artículos. Este recambio genera grandes cantidades de desperdicios
que exigen un tratamiento diferenciado de la basura tradicional
porque contienen sustancias peligrosas para la salud y el
ambiente.
En la producción se utilizan compuestos como el cromo (que forma
parte de las cubiertas de metal) y es cancerígeno; el cadmio (se
encuentra en las baterías recargables, contactos y conexiones de
monitores de tubo de rayo catódico) y afecta a los riñones y los
huesos; el mercurio (se usa en el sistema de iluminación de los
monitores de pantalla plana) y daña al cerebro y el sistema
nervioso; el plomo (está en los monitores de tubo de rayo catódico
y en las soldaduras) y provoca deterioro intelectual, daños en los
sistemas nervioso, circulatorio y reproductivo; los retardantes de
flama (utilizados en tarjetas de circuito y cubiertas de plástico)
que son neurotóxicos y deterioran el aprendizaje y la memoria.
Los problemas que producen la basura electrónica en el ambiente
1) Emiten toxinas cuando es quemada inapropiadamente por quienes
buscan componentes valiosos, como el cobre y el oro.
2) Un tubo fluorescente, por su contenido en mercurio y fósforo
puede contaminar 16.000 litros de agua.
3) Una batería de níquel cadmio de un teléfono celular puede
contaminar 50.000 litros de agua y afectar 10 metros cúbicos de
suelo.
4) Un televisor puede contaminar 80.000 litros de agua por su
contenido de metales en las plaquetas, plomo en vidrio y fósforo
en la pantalla.
5) Una plaqueta de un celular o una computadora tiene mercurio,
bromo, cadmio, plomo y selenio, entre otros contaminantes
peligrosos según la ley argentina de residuos peligrosos.
6) Toda heladera o aire acondicionado tiene gases CFC que
destruyen la capa de ozono, tanto en el gas refrigerante como en
el poliuretano expandido.
Los riesgos ambientales y sanitarios que presenta la creciente
cantidad de basura electrónica en todo el mundo son especialmente
urgentes en los países en desarrollo, ya que algunos reciben los
desechos de las naciones desarrolladas. Los desechos se están
acumulando en todo el planeta a un ritmo de 40 / 50 millones
de toneladas por año. El mayor crecimiento en los últimos años ha
sido de celulares y aparatos similares.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) instó a tomar
medidas urgentes contra el grave problema para el ambiente y la
salud pública que supone el crecimiento exponencial de la basura
electrónica. En el mundo se generan millones de toneladas de
basura electrónica. Entre el 50% y el 80% de esta chatarra
tecnológica acaba en ciudades-vertedero de China o de países en
vía de desarrollo como India, Pakistán y Nigeria.
Guiyu, por ejemplo, una ciudad situada en la provincia de
Guangdong (sur de China), se ha convertido en el mayor vertedero
de basura electrónica de la Tierra. En esta urbe acaba buena parte
de los residuos tecnológicos que se generan cada año en todo el
planeta. De los 150.000 habitantes de Guiyu, el 95% se gana la
vida abriendo y desmontando ordenadores y otros aparatos
electrónicos, exponiéndose, sin ningún tipo de medida de
seguridad, a numerosos componentes tóxicos, como plomo, cadmio o
mercurio.
Y todo ello pese a que China suscribió la Convención de Basilea,
que prohíbe a los países desarrollados exportar su basura
electrónica a las naciones en desarrollo. Sin embargo, ciertas
lagunas legales permiten camuflar la chatarra bajo la fórmula de
reparaciones o reciclaje. Sólo en los Estados Unidos de
Norteamérica., el tráfico mundial de basura electrónica genera
cada año más de 500 millones de euros. En Latinoamérica, Brasil y
México son los principales productores de tecnología.
Argentina sube puestos en el ranking de productores de basura
electrónica: en el 2009 produjo un volumen de importante de
residuos que contienen metales contaminantes debido al acelerado
recambio tecnológico.
Este incremento es alarmante, ya que ante la falta de programas de
reciclado, los residuos suelen terminar en rellenos sanitarios,
contaminando el suelo, las napas de agua y el aire, o son
incinerados, lo cual provoca la liberación de metales pesados a la
atmósfera, como plomo, cadmio o mercurio. Asimismo, estos desechos
contienen PVC, emiten dioxinas cloradas y furanos, componentes
gaseosos que resultan cancerígenos.
Según un informe de Prince & Cooke, entre 700.000 y 800.000
computadoras quedaron en desuso. Los datos de Camoca agregan que,
en los últimos dos años, el volumen de impresoras láser que
quedaron fuera de circulación trepó de 90.000 a 200.000 unidades.
En lo que respecta a impresoras de chorro a tinta, se
incrementaron de un millón a 1,5 millones. Pero las estrellas que
acumulan baterías y chips son los celulares: el año pasado,
terminaron en la basura unos 10 millones de celulares.
El senador Daniel Filmus, actual presidente de la Comisión de
Ambiente y Desarrollo Sustentable del Senado de la Nación,
presentó un proyecto de ley para regular el adecuado tratamiento
de los desechos electrónicos en la Argentina, considerando los
diversos aspectos que son tenidos en cuenta en la normativa
mundial: producción de los bienes, rehúso, reciclado y recolección
de los mismos. Esta normativa está en vías de aprobación y se
vislumbra como el principio del camino para que los aparatos
electrónicos descartados no vayan a parar a los rellenos
sanitarios
Los desechos electrónicos, incluyendo ordenadores obsoletos,
televisores, teléfonos móviles, baterías, equipos de audio, entre
otros, son objeto de preocupación creciente entre las autoridades
porque pueden convertirse en una fuente contaminante para los
acuíferos, debido al plomo y otras sustancias tóxicas que
contienen. La solución, dicen los expertos, es reciclar estos
materiales y evitar que lleguen a la naturaleza.
Según un reciente análisis, un monitor informático o un televisor
pueden contener más de 3 kilogramos de plomo. Si tenemos en cuenta
que sólo en los Estados Unidos pronto se van enviar más de 12
millones de toneladas de desechos electrónicos a los vertederos,
el problema ambiental se vuelve muy grave.
Mientras las autoridades revisan su legislación para evitar que
ello suceda, científicos del Georgia Institute of Technology han
realizado un estudio que sugiere que la "producción inversa", es
decir, la extracción de materiales útiles a partir de los desechos
electrónicos, será la solución a adoptar en los próximos años. De
esta forma, materiales como el plomo, el cobre, el aluminio y el
oro, así como varios tipos de plásticos, cristal y cables, podrían
ser recuperados y reciclados en futuros productos.
El proceso, debe ser económicamente viable, y aquí reside uno de
los grandes retos de la propuesta. Jane Ammons y Matthew Realff,
del GIT, están diseñando estrategias para hacerlo posible. Destaca
entre ellas un sistema de modelado matemático que tendrá en cuenta
todas las variables que intervienen (hasta 300.000), el cual
permitirá afrontar con mayor decisión cualquier iniciativa de
reciclaje. Técnicamente hablando, los investigadores ya han ideado
maneras de separar los diferentes metales, así como las diversas
calidades de plásticos, a partir de componentes triturados y
desechados.
Así es como en Argentina, se pueden encontrar empresas como
Silkers S.A. La empresa brinda servicios de recolección,
separación, valorización y reciclado de la basura electrónica,
recuperando importantes recursos naturales y minimizando el
impacto ambiental.
La empresa tiene objetivos como:
Valorización, reciclado y minimización de los Residuos de Aparatos
Eléctricos y Electrónicos (RAEE), chatarras no ferrosas y scrap de
catalizadores de automóviles e industria química, petroquímica,
vidrio, entre otros.
Promoción de una gestión sustentable de RAEE en oficinas,
industrias, comercios, organismos públicos y por particulares;
incentivando procesos de recolección selectiva, transporte a
sitios habilitados, desmontado, valorización y reciclaje.
Promoción el uso sustentable de tecnologías de tratamiento,
reciclado y disposición final dentro de la Argentina o su
exportación según Convención de Basilea y Normativa Argentina de
Residuos Peligrosos.
.
También, existe en el país una Red de Operadores del Mercado de
Metales, Residuos y Scrap de la Argentina, llamada Escrap, que
tiene por misión promover el uso sustentable de los Aparatos
Eléctricos y Electrónicos a lo largo del ciclo de vida de estos
productos, desde su producción a su reciclado o disposición final,
cumpliendo con la normativa ambiental vigente y preservando la
confidencialidad de los datos presentes en el e-scrap.
Escrap desarrolla y promueve herramientas, procedimientos y
procesos de mercado con el fin de incentivar la reutilización, el
reciclado y otras formas de valorización de los Residuos de
Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), a fin de reducir su
eliminación o disposición final en rellenos sanitarios o los
basurales, o su descarte en forma clandestina en la Argentina.
Funciona como una Bolsa o Tablón para vincular la oferta de
generadores de RAEE con los Operadores de Residuos Peligrosos o
Recicladores de Scrap o Subproductos. El cliente puede cargar su
oferta o demanda: tipo de Aparato, constituyentes, cantidad,
volumen mensual, lugar de retiro, precio de referencia,
licitaciones, entre otros servicios.
Debido al inquietante incremento de basura contaminante eléctrica
y electrónica que se genera día a día en el planeta, Greenpeace
Argentina inició la Campaña de Basura Electrónica para
concientizar a la población sobre este problema, en la que se
incluye la promoción del proyecto de Ley de Gestión de Residuos de
Aparatos Eléctricos y Electrónicos.
Greenpeace considera que es posible hacer productos limpios,
durables, que sean actualizables, reciclables y fáciles de manejar
al final de su vida útil y que no terminen como residuos
peligrosos en basurales y rellenos contaminando el ambiente
Los desafíos a enfrentar son variados, aunque principalmente son
tres las cuestiones que hoy ocupan la atención de los expertos en
el tema. El reciclaje de los aparatos en desuso, consistente en la
separación de los residuos tóxicos y el aprovechamiento de los
materiales que pueden ser reutilizados, la creación de una
legislación adecuada que haga hincapié en la llamada
responsabilidad extendida del productor y la producción de bienes
electrónicos cuyos componentes sean más beneficiosos con el
ambiente.Ç
La velocidad a la cual esta montaña de productos electrónicos
obsoletos está creciendo generará una crisis de enormes
proporciones al menos que las corporaciones de la industria
electrónica, que obtienen ganancias por fabricar y vender estos
aparatos, hay que asumir la responsabilidad.
Cristian Frers –Técnico Superior en Comunicación Social y Técnico
Superior en Gestión Ambiental.
TEMAS RELACIONADOS
Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural
que nos rodea, sus ecosistemas y a sus singulares
habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la
mayor diversidad biológica de Europa, parajes únicos para
vivir en tiempos de estío