PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
Plantas bajo la lluvia y la niebla
El agua contenida en las nubes bajas es un manjar para la flora
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
La gran mayoría de las plantas de montaña del denominado bosque
mediterráneo, utilizan sistemas muy peculiares para retener el
máximo de agua posible incluso en situaciones de escasez. Hojas y
flores poseen pequeños pelos, canalizaciones en sus estructuras,
que tienen, entre otras funciones, concentrar la humedad y
conseguir la formación de gotas de agua y retenerlas. Lo hacen con
el rocío y también ante la presencia de niebla. No es necesario
que llueva para que estas plantas consigan una buena dosis de
agua.
(...) Es tiempo de frío, agua y niebla. La naturaleza se protege
contra inclemencias que pueden ser fatídicas para la supervivencia
de cientos de especies. Los días de niebla, la naturaleza parece
dormida, muerta, oculta bajo una espesa capa que impide la visión
y que, a su vez, se convierte en un manto protector. El agua
empapa la tierra, las plantas, de forma suave y continuada. Las
especies vegetales la recogen, acumulan y absorben lentamente,
preparándose para la explosión de la primavera.
Bosques de rocío
La presencia continuada de nubes, brumas y nieblas, genera
un territorio alimentado por lluvias horizontales, por
criptoprecipitaciones generadas por el agua contenida en las
nieblas, un verdadero oasis en zonas de alta fertilidad, mientras
a su alrededor imperan tiempos de pertinaces sequías. La
condensación del vapor de agua generado sobre la superficie de
Alborán encuentra aquí la barrera montañosa que lo convierte en
brumas que devuelven el agua a la tierra y permiten que en el
centro del litoral oriental andaluz, se desarrollen ecosistemas
más propios del oeste de Andalucía y las sierras húmedas de Cádiz
y Málaga.