F
Aguas
limpias en Argentina
Cada año, los ríos, los arroyos, las lagunas y el mar reciben un
cóctel de millones de litros de sustancias contaminantes
Por Cristian Frers./ WASTE MAGAZINE
Capital Federal. República Argentina.
E-mail: cristianfrers@hotmail.com
Proyecto: Aguas Limpias El deterioro de los cursos de agua y su
contaminación es uno de los principales problemas ambientales que
sufre la Argentina. Cada año, los ríos, los arroyos, las lagunas y
el mar reciben un cóctel de millones de litros de sustancias
contaminantes. Muchas de estas sustancias son de origen humano y
otras, si bien existen en la Naturaleza, aumentan sus
concentraciones en el ambiente como consecuencia de la actividad
humana. Siempre ha prevalecido en nuestro país el concepto
equivocado de que el agua tiene capacidad de asimilar y diluir
todo lo que recibe. Implícitamente en algunos ámbitos también ha
primado la concepción de que la contaminación de los cursos de
agua es una consecuencia inevitable de su desarrollo.
En la Argentina,
observaremos que casi toda el agua que se consumen, proviene de
los mismos cuerpos de agua en los que son evacuados los residuos
cloacales e industriales. La concentración de diversos
elementos de contaminación -materiales pesados, bacterias,
nitratos e hidrocarburos- que se producen en diferentes lagos,
lagunas y ríos del país, superan largamente las cifras
consideradas peligrosas.
No es casual que los ríos Paraná, Salado del Norte, Salado del
Sur, Carcarañá, de la Plata y Colorado se inscriban entre los más
contaminados de la Tierra.
La Argentina no posee medidas de control adecuadas para el
tratamiento y disposición de aguas servidas, residuos peligrosos
sólidos y desechos industriales domiciliarios, que finalmente
terminan contaminando cuerpos de agua superficiales y
subterráneos. Se cuenta con información que determina que
importantes y numerosos cuerpos de agua se encuentran afectados
por aguas servidas, con intensos procesos de eutroficación debido
a la falta de depuración.
El mayor problema es las
áreas urbanas que reciben contaminantes al por mayor desde todas
partes. Una de cada cuatro camas de un hospital está ocupada por
pacientes que tienen enfermedades contraídas por el agua. La
contaminación del agua actúa lentamente y genera enfermedades de
todo tipo, no sólo trastornos infecciosos. El agua transporta
metales y sustancias tóxicas que van acumulándose en los
organismos hasta afectar de diferente manera los diversos tejidos
corporales.
La contaminación de las aguas de superficie provenientes de las
aguas residuales industriales y de aguas negras sin tratar es una
de las causas principales de daños a la propiedad (en combinación
con las inundaciones), pérdidas de espacios para recreación y
daños ecológicos alrededor de las principales áreas urbanas y de
varios lagos interiores. En varios lugares del interior del país
-como Rosario y Córdoba- los cuerpos de agua se han contaminado
hasta el punto de afectar los trabajos de las plantas para su
tratamiento. Podemos tomar el caso del Lago San Roque, abastecedor
del agua de la ciudad de Cordoba, en la Provincia de Cordoba, es
un lago empachado por la materia orgánica, algas, virus y
bacterias, es decir, experimenta el problema de la eutrofización.
Hay proyectos para hacer plantas de tratamiento para las
principales localidades, pero la descarga sigue creciendo. No hay
ningún sistema de tratamiento funcionando.
La cuenca Riachuelo-Matanza
en la Provincia de Buenos Aires, con sus 2.240 kilómetros
cuadrados y sus tres millones de habitantes, de los cuáles sólo el
45% posee cloacas y el 65% tiene agua potable (1.700.000 personas
utilizan pozos negros o cámaras sépticas), es uno de los símbolos
nacionales de la polución.
Tres mil empresas vuelcan a diario y desde hace años sus residuos
tóxicos o no tóxicos, sólidos o líquidos, sin ningún tipo de
tratamiento o con tratamiento insuficiente.
Las industrias
farmacéuticas, químicas y petroquímicas aportan el 30% de la
contaminación, la industria de las bebidas alcohólicas y
curtiembres el 3%. A estos volcamientos se agregan los afluentes
cloacales. En conjunto, recibe a diario 368.000 metros cúbicos de
residuos industriales, nada menos que el doble del caudal mínimo
promedio del río; esta carga constituye una peligrosa que destruye
cada gota de agua transformándola en una explosiva gota de
contaminación. Los lodos del Riachuelo poseen grandes
concentraciones de cromo, cobre, mercurio, cinc y plomo. Las
mayores concentraciones de cromo y plomo se encontraron en los
límites de los municipios de Avellaneda y Lanús en la Provincia de
Buenos Aires.
Hidrocarburos como el benceno, naftaleno, antraceno y tolueno,
entre otros, abundan en las aguas y aparecen esplendorosos en
sedimentos de los ríos y arroyos cercanos a destilerías e
industrias petroquímicas como las que se encuentran en los cursos
de agua del área Beriso-Ensenada.
En las zonas urbanas y
rurales del noroeste de la Provincia de Buenos Aires, el acuífero
Puelche -reconocido como uno de los más grandes del mundo-
presenta diferentes niveles de contaminación con nitratos y
bacterias coliformes. La sección superior arde de basura tóxica.
La descarga es meteórica y el agua puede transportar sustancias
asociadas con los pozos ciegos, los basurales y los nitratos
residuales. El partido del conurbano bonarense, densamente
poblado, el agua del Puelche presenta concentraciones de nitratos
hasta tres veces mayores a los límites permitidos. El canal oeste
de los municipios Beriso y Ensenada, Provincia de Buenos Aires,
languidece. En ningún caso las plantas depuradoras son
suficientes, los tratamientos que debieran efectuar las empresas
antes de volcarlos a los cauces son entre deficientes e
inexistentes. El conjunto de basuras es letal: metales pesados,
compuestos organicos e inorgánicos.
Por otro lado, la empresa
"Aguas Argentinas" estimó que fluyen 2.300.000 de m3 de aguas
negras sin tratar -por día- en el río de la Plata. A ellas, se
suman 1.900.000 de m3 diarias de descargas industriales del Area
Metropolitana de Buenos Aires. En el caso de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, la repercusión principal recae en que las normas de
calidad del agua ambiental se exceden constantemente de la
franja de los 300 metros continuos a la costa del río de la Plata,
impidiendo el uso recreativo (por insalubre) de las playas que
antaño fueron tan importantes para sus habitantes .
La mayor parte del agua que consume la población proviene de los
mismos cuerpos en los que son evacuados los efluentes cloacales e
industriales. Dada la falta de tratamiento de los mismos, la
población termina consumiendo agua potable de calidad dudosa o a
un alto costo de purificación.
La única manera de revertir
este proceso que está silenciosa pero inevitablemente deteriorando
nuestro entorno de vida, contaminando nuestros alimentos y
amenazando la salud de presentes y próximas generaciones, es a
través de un plan para poner fin a los vertidos de
sustancias al agua. Es necesario un cambio radical en la manera en
que se enfrenta el problema de la contaminación y exigir a los
organismos de gobierno y a las industrias, un rendimiento de
cuentas al público sobre las sustancias que se producen y liberan
al ambiente. Así como una reducción progresiva de la generación de
esos contaminantes. Existirían dos formas de hacerlo... Manejo,
gestión o control de la contaminación Son sistemas que intentan
manejar o gestionar la contaminación. Pone su atención en lo que
sucede al "final de la tubería", es decir, una vez que los
residuos ya se han generado. Se basa en el principio de
asimilación, que considera que el ambiente está en condiciones de
asimilar los contaminantes que recibe. Basa la protección de cada
ambiente en exigir a las diferentes industrias no superar ciertos
niveles de emisión de algunos contaminantes. Una de sus
consecuencias es la transferencia de las sustancias de un medio al
otro pero la carga contaminante total en el ambiente no disminuye.
Para evitar superar los límites de sustancias en los efluentes, se
puede lograr que éstos permanezcan en los filtros de tratamiento.
Si esos filtros son luego incinerados o enterrados, las sustancias
contaminantes irán a la atmósfera o contaminarán el suelo y las
napas de agua subterráneas.
Son pocas, de todos modos,
las sustancias contempladas, para la mayoría de los compuestos ni
siquiera existen normas. Tampoco éstas tienen en cuenta el efecto
simultaneo de todas las sustancias ni la complejidad de la
composición de los efluentes y de las emisiones, donde una amplia
gama de contaminantes diferentes no puede ser manejada
adecuadamente. Prevención de la Contaminación
Este enfoque, al aceptar que
una vez generadas las sustancias contaminates la eliminación de
los riesgos asociados a ellos es muchas veces imposible, promueve
la prevención de esa contaminación desde su origen, desde su
propia fuente. Es necesario evitar la generación de residuos
aplicando tecnologías limpias, que no emplean materias tóxicas ni
suponen un riesgo para los humanos.
En lugar de intentar controlar o manejar los vertidos o invertir
en millonarios sistemas de tratamiento de efluentes, la reducción
progresiva de la generación de contaminantes mediante la reducción
del uso y producción de residuos permite solucionar el problema.
Para empezar a cambiar el proceso de generación y eliminación de
contaminantes es necesario:
-Proveer mecanismos
financieros y facilitar líneas de crédito que permitan reemplazar
las sustancias empleadas y producidas.
-Prohibir la producción, importación y uso de productos
peligrosos.
-Realizar investigaciones epidemiológicas y sobre los niveles de
contaminantes en cursos de agua, alimentos y leche materna,
especialmente en las áreas más castigadas por la contaminación.
-Establecer un programa de prevención de la contaminación por
residuos que contemple, entre otros puntos: la prevención del
consumo y vertido de productos contaminantes.
-Dar origen a una campaña de difusión de información, en
colaboración con entidades vecinales y de consumidores destinada a
evitar el uso de sustancias nocivas en los hogares.
-Implementar un plan de reemplazo de envases descartables y de
recuperación de la fracción orgánica para producir abono.
-Otorgar un tratamiento
terciario completo a los residuos cloacales.
-Prohibir el vertido al sistema cloacal de residuos industriales.
El derecho a la información Actualmente, no existe información
completa sobre las descargas de contaminantes a los cursos de
agua, ni en manos de las autoridades ni de la comunidad, lo que da
origen a un problema de contaminación secreta de dimensiones
desconocidas. La información existente se refiere a unos pocas
sustancias contaminantes y esta en manos de distintas autoridades
y organismos a nivel nacional, provincial o municipal, que en
ocasiones no tienen contacto entre sí. Los datos disponibles no
permiten responder preguntas básicas sobre la evolución y las
tendencias de los vertidos. A menudo, las propias industrias
desconocen qué compuestos y en qué cantidades exactamente están
eliminando. Las millones de personas que conviven con industrias
que perjudican su salud directa o indirectamente, no gozan de su
derecho a conocer las sustancias contaminantes a los que están
expuestas para poder tomar medidas preventivas o hacer valer su
derecho a un ambiente sano. Para esto es necesario una ley que:
Establezca la
reducción obligatoria de la generación de residuos contaminantes a
través de la disminución progresiva de la utilización y producción
de residuos por parte de la industria. La ley deberá contener
compromisos con plazos y porcentajes concretos. Elementos que esta
ley debe contemplar -Exigir la presentación de planes
anuales de reducción y emisión de tóxicos de la fuente.
-Establecer los métodos para medir la reducción en la fuente por
parte de las industrias
-Facilitar la adopción de técnicas de reducción en la fuente por
parte de las industrias y desarrollar un Centro de Información
técnica en una Universidad u otro organismo público, que
investigue y desarrolle alternativas de producción más limpias
para los procesos industriales.
-Definir los tóxicos
abarcados por la ley. La lista deberá aumentar paulatinamente y se
priorizarán en los planes los metales pesados y los contaminantes
orgánicos persistentes.
De esta manera, no sólo se
le reconocería a la comunidad uno de sus derechos sino también
aumentarían los mecanismos de control sobre los avances reales
hacia la disminución de las emisiones tóxicas. Las autoridades
nacionales -ejecutivas, legislativas y judiciales- podrán mejorar
significativamente su capacidad de monitoreo, regulación y control
sobre las sustancias de las industrias, proporcionar una
uniformidad regulatoria a nivel nacional que dará la base a través
de la cual se podrá evaluar la gestión de las industrias y de los
distintos organismos gubernamentales y proveerá a la comunidad de
herramientas que le permitirán proteger su salud y la del medio en
que vive.
Es importante recalcar que
sin la información requerida por los inventarios de contaminantes,
las industrias no pueden determinar cómo disminuir el uso de
compuestos tóxicos. Al analizar los datos de empleo de sustancias
tóxicas, pueden aparecer oportunidades para la sustitución de esos
compuestos por otros menos tóxicos y más seguros, para la
identificación de puedan reemplazarse por otros menos peligrosos y
para el desarrollo de nuevos métodos de reducción que no sólo
protejan a la comunidad y el ambiente, sino que también permitan
ahorrar dinero y estimular el desarrollo de nuevas tecnologías. El
uso de nuevas tecnologías La experiencia acumulada durante varias
décadas de utilización de tecnología convencional para el
tratamiento de desechos líquidos, dio la posibilidad de observar
que estos métodos no son técnica ni económicamente adecuados
para poblaciones menores a los 15.000 habitantes y donde los
cuerpos de agua suelen ser lagunas. Debido principalmente, a sus
elevados costos de construcción, operación y desarrollo.
Una solución comenzó a
vislumbrarse, en el campo de la biotecnología que dio origen a
ecosistemas artificiales para detoxificar y purificar aguas
residuales, combinando conocimientos de ingeniería y ecología. En
el proceso de tratamiento, los residuos se transforman y se
reintegran al ambiente en forma no agresiva. El agua ya purificada
se reutiliza en la producción de forrajes, madera (riego) o en
acuicultura.
Así es como los efluentes
cloacales que durante muchos años fueron un problema sin solución
técnica y muy caros. De golpe, tienen una solución simple, barata,
sin mantenimiento, sustentable en el tiempo y hasta se pueden
convertir en un recurso productivo. Este sistema puede utilizarse
en muchas aguas residuales de la industria. Comiencen por salvar
las Lagunas... El problema de las lagunas es la pérdida de
profundidad, provocada muchas veces por los desechos orgánicos que
se acumulan en el fondo. Esto produce un desequilibrio en el
ecosistema acuático que alcanza el límite de la autodepuración.
La solución biotecnológica
consiste en la instalación de humedales que actúan como filtros
naturales. Se los debería ubicar entre la planta de desechos
cloacales y la laguna. Estos sistemas, además de no necesitar
mantenimiento ni consumir energía eléctrica, cuestan menos que la
cuarta parte de un sistema de tratamiento tradicional. Los
humedales se construyen utilizando especies de plantas como
totoras, repollitos de agua, camalotes o juncos. El tamaño del
humedal necesaria se calcula en base a la cantidad de habitantes
de la ciudad que produce los desechos, según la siguiente
relación: 1 persona = alrededor de 5m2
Como funciona un humedal 1) Los desechos cloacales desembocan en
el humedal, que es una cava llena de arena que funciona como
aislante para que los olores no salgan a la superficie.
2) El filtro del humedal
consiste en una gran plantación, por ejemplo de juncos con sus
raíces dentro de la arena, que se alimentan de agua.
3) Los nutrientes del agua son absorbidos por los juncos, que los
atrapan en sus tejidos y los utilizan para su crecimiento.
4) Los nutrientes absorbidos se eliminan con el cambio de tallo
del junco. Esos restos forman una capa aislante.
5) El agua ya libre de nutrientes, desemboca desde el humedal
hacia la laguna.
Conclusión
Los vertidos contaminantes a los cursos de agua son hoy una
realidad que afecta principalmente los conglamerados industriales
de la Argentina. El hombre tecnológico desprecio la naturaleza;
explotó sus recursos y la contempló desde la ventana. Hay que
cambiar esa mentalidad. Somos la naturaleza.
TEMAS RELACIONADOS
Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural
que nos rodea, sus ecosistemas y a sus singulares
habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la
mayor diversidad biológica de Europa, parajes únicos para
vivir en tiempos de estío