PAÍSAJES Y BIODIVERSIDAD
AGUAS DE LA ESTRELLA
UN RECORRIDO POR LA ACEQUIA DEL ALBARICOQUE Y CERRO DE LA
ENCINA
La acequia del Albaricoque aún riega tierras de Monachil y Huétor
y crea un pasillo ecológico al margen de la expansión urbana
El agua camina hacia el Genil pero añora mover los viejos molinos
centenarios y alimentar los jardines de Quinta Alegre
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Se mece sobre el pretil bajo de la acequia una y otra vez, como si
fuese una antigua lavandera que empapa y frota la ropa con el agua
del cauce. Es un ave de color amarillo y gris, de larga cola casi
negra que intenta localizar insectos e invertebrados para
alimentarse. Se le conoce con el nombre de lavandera cascadeña,
Motacilla cinerea, uno de los habitantes habituales de ecosistemas
de acequias, riveras y espacios lagunares que con su presencia
muestra la buena calidad de las aguas donde sobrevive y es una
señal a tener en cuenta para evaluar la buena salud ambiental del
lugar donde se le observa. Es una de las especies que conforman la
biodiversidad de un espacio singular cargado de historia y que aún
conserva una parte importante de sus sistemas naturales, la
acequia del Albaricoque, que en tierras de Monachil se llama de la
Estrella, una conducción ancestral de aguas para molinos, campos y
haciendas de Monachil, Huétor Vega y Granada.
El camino del agua traza una línea verde en un paisaje árido,
convierte las laderas del cerro de la Encina y los barrancos que
anteceden los campos de Huétor en un oasis de umbría, con álamos,
sauces y almeces, enredaderas, zarzamoras, berros y una gran
variedad de plantas de ecosistemas ribereños y ruderales. Si desde
la carretera de acceso al pueblo de Monachil se contemplan los
cerros que bordean la ribera derecha del río, se aprecia de forma
clara como la presencia del agua dibuja una línea verde que se
dirige, aguas abajo, hacia el encuentro con la ciudad.
Recorrer el borde de la acequia, seguir las aguas de la Estrella,
es un paseo entre la naturaleza y la historia.
VÍDEOS * ACEQUIA DEL
ALBARICOQUE Y CERRO DE LA ENCINA
* VÍDEO:
MERCHE S. CALLE Y J. E. GÓMEZ
Recorrido
para acceder al complejo arqueológico cerro de la Encina y la
Acequia del Albaricoque / Estrella. Imágenes: Juan Enrique
Gómez y Merche S. Calle @copyright: Waste Magazine
En Monachil, a la entrada del casco urbano, parte la calle del
Albaricoque donde, en su inicio, la acequia toma su agua del cauce
del Monachil. Lo hacía para mover las ruedas del molino de la
Acecolilla, que una crecida se llevó por completo, y desde allí
comenzar un camino de descenso en el que el agua discurre entre
grandes álamos que crecen en sus riberas, rodeadas de cortijos y
haciendas, entre ellas algunos viejos molinos reconvertidos,
puntos donde el agua aún realiza saltos que incrementaba su fuerza
motriz y deja entrever remansos rodeados de zarzales y matorral
ribereño, con mastranzos e hierbas de San Juan. Es un camino
recorrido a diario por deportistas y vecinos que pasean en un
espacio de verdor, donde la temperatura baja unos grados en
relación con la fuerte insolación de los cerros.
Es un camino corto que tiene su primera etapa en un pequeño puente
de madera que, a la derecha, asciende hacia el primer bastión
defensivo del valle y la depresión de Granada, el cerro de la
Encina, donde aún se conservan los restos de una primitiva
fortaleza argárica, de la edad de Bronce, hace cuatro mil años.
Bajo el puentecillo, la acequia continua en un suave descenso
entre tierras áridas donde la mano del hombre ha eliminado el
manto verde de la ribera, matorrales y arboledas, que a pocos
metros sí se mantienen en todo su esplendor. El sendero, en
ocasiones, se pierde y es necesario caminar sobre el pretil, lo
que aporta un plus de autenticidad a la observación del viaje del
agua, que entra en territorio de molinos semidestruidos, que hasta
hace un siglo molían el trigo para conseguir la harina que
distribuían entre los panaderos de Huétor.
Tras la cuesta de las Cabras y el camino de los Parapentes, la
acequia entra en el casco urbano de Huétor, donde aún acciona el
molino de los Martínez, panaderos del pueblo en activo.
El agua de la acequia de la Estrella o del Albaricoque ya no llega
a la ciudad de Granada, la autovía de circunvalación en el
Serrallo cegó esa continuidad, pero aún es posible observar signos
de su paso en las inmediaciones de Quinta Alegre, donde el agua de
la acequia regaba los jardines antes de caer por la ladera y
cumplir con su último destino, lograr fusionarse con las aguas del
río Genil.

Cerro de la encina. Fotogalería
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en este espacio natural

Culandrillo de pozo
Adiantum capilus
veneris
Agave americana
Ailanthus altissima (Ailanto)
Anchuza azurea
Andryala integrifolia
Antirrhinum
hispanicum (Rompepiedras)
Anthyllis cytisoides (Albaida)
Arundo donax
Artemisia campestris
Artemisia barrelieri
Asparagus acutifolius
Ballota hirsuta
Bituminaria
bituminosa
Bupleurum
fruticosum (Adelfilla)
Celtis australis (Almez)
Clematis vitalba (Clemátide)
Coriaria myrtifolia (Emborrachacabras)
Convolvulus althaeoides
Convolvulus arvensis
Daphne gnidium (Torvizco)
Dittrichia viscosa
Equisetum telmateia
Equisetum ramosissimum
Epilobium hirsutum
Ficus carica (Higuera)
Foeniculum vulgare (Hinojo)
Hedera helix (Hiedra)
Hyparrhenia hirta
Juglans regia (Nogal)
Lathyrus clymenum
Lonicera periclymenum
Macrochloa
tenacissima (Esparto)
Mentha suaveolens (Mastranzo)
Nerium oleander (Adelfa)
Olea europaea (Olivo)
Ononis natrix
Opuntia ficus indica (Chumbera)
Osyris alba (Retama loca)
Parthenocissus
quinquefolia
Populus alba
Populus nigra
Prunus dulcis (Almendro)
Punica granatum (Granado)
Putoria calabrica
Quercus rotundifolia (Encina)
Sauce ceniciento
Retama sphaerocarpa
Rorippa
nasturtium-aquaticum (Berro)
Rosmarinus officinalis (Romero)
Rubia peregrina
Salix atrocinerea (Sauce
ceniciento)
Sedum sediforme
Sinapis alba
Spartium junceum
Rubus ulmiflorus (Zarzamora)
Tamus communis (Nueza negra)
Trachelium caeruleum (Flor de
la viuda)
Trifolium repens
Ulex parviflorus (Aulaga)
Ulmus minor
Umbilicus rupestris (Ombligo
de venus)
Vitis sylvestris (Vid, parra)
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Monachil
Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural
que nos rodea, sus ecosistemas y a sus singulares
habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la
mayor diversidad biológica de Europa, parajes únicos para
vivir en tiempos de estío