Cuidar de los ecosistemas y
sus habitantes es la razón fundamental de una serie de normas que
deben seguirse en rutas y paseos en el interior del Espacio
Natural de Sierra Nevada, pero especialmente en el Parque
Nacional, ya que se trata de un espacio considerado como de alta
protección y en el que rige una estricta normativa que todos
deberían cumplir, aunque con solo seguir unas recomendaciones
básicas contribuiremos a su mantenimiento. Los responsables del
parque aportan algunos consejos.
Vida animal. La presencia humana ha incrementado
la faceta oportunista de los animales, que aprovechan los restos
de comida, lo que resulta perjudicial para su desarrollo en el
ámbito natural. Al ser más fácil conseguir alimento la fauna se
hace confiada con respecto al hombre, e incluso puede llegar a
molestar a las personas para conseguir su alimento. Es el caso de
zorros y de cabras montesas que se acercan al hombre y se exponen
a los cazadores furtivos.
La presencia de mascotas en los recorridos por la sierra pone en
peligro a aves, invertebrados y otros animales. Los perros deben
llevarse de la correa y por los senderos. Hay aves que abandonan
sus nidos para siempre ante la presencia de perros. No se les debe
dejar caminar por acequias y cursos de agua de los borreguiles.
Tampoco se debe molestar a la fauna, ni siquiera a animales como
las víboras, que cumplen su función en el medio.
El silencio es esencial para la vida silvestre. Si haces ruido
dejarás de percibir el sonido de la naturaleza.
Respeto al medio. Que no se note que has estado
aquí. Es la idea fundamental del comportamiento en la sierra. No
dejes basura en el campo, ni siquiera la orgánica. La
biodegradación en la alta montaña es lenta y la basura puede
alterar los equilibrios ecológicos. Tampoco la escondas debajo de
las piedras o entre las rocas. Ecosistemas tan especiales como las
lagunas, borreguiles y pastizales, no son sitios para colocar
tiendas de campaña u organizar comidas, ni tampoco aguas para
bañarse, ya que son hábitat de especies que se verían seriamente
afectadas por este tipo de actividades. Tampoco deben hacerse
corralitos de piedras en los borreguiles, ni en las cumbres.
No se debe tocar ni recolectar vegetación. Alteraremos seriamente
el medio y la viabilidad de las especies si recogemos flores o
semillas.
Bicicletas y motos. El uso de vehículos a motor
no autorizados expresamente está terminantemente prohibido,
incluso por las carreteras y carriles, pero en el caso de otros
vehículos como las bicicletas, solo se pueden usar en las zonas
habilitadas para ello, nunca en veredas y senderos. Los
responsables del parque han tenido que colocar carteles para
prohibir el paso de bicicletas por las veredas de subida al
Mulhacén.
Déjalo como está. Es frecuente
encontrar elementos de patrimonio cultural y
etnográfico con diferente estado de conservación. Evita
subirte o dañar las ruinas, molinos, muros, cortijos que te
encuentras en el camino, déjales que «te cuenten su
historia». No se debe caminar por el interior de las
acequias o por el borde cuando éste es estrecho, ya que
podemos romperlas o deteriorarlas. Sólo en el caso de
existir una senda clara junto a la acequia se puede andar
por ella.
El equilibrio de la montaña nevadense aconseja caminar solo por
senderos y caminos que ya existen, ya que abrir nuevas trochas
pueden dar lugar a procesos de erosión y grandes
cárcavas, además de ocasionar un daño directo a la
flora y a la fauna invertebrada.
En las altas cumbres hay refugios para pernoctar, cuídalos. Los
montañeros agradecen encontrarlos limpios, sin basuras y en buenas
condiciones.
En todos los casos, una visita a Sierra Nevada, supone disfrutar
de un universo único. Respeta las indicaciones de los agentes
ambientales y aplica el sentido común, disfrutarás más de tus
recorridos por la sierra.
