PAISAJES Y BIODIVERSIDAD
LA RUTA MÁS DIRECTA AL LLANO DE LA PERDIZ
La más clásica de las excursiones de domingo en la capital por su
acceso más cargado de historia, desde el Avellano a la cumbre del
cerro del Sol por el sendero del Alarife
JUAN ENRIQUE GÓMEZ Y MERCHE S. CALLE * WASTE MAGAZINE
Huertos, albercas, acequias y almunias se sucedían entre olivos
centenarios. El cerro del sol, la colina que, al este de Granada,
protegía la fortaleza palaciega de la Alhambra, era un espacio
dedicado al avituallamiento y el descanso de los habitantes del
entorno de los palacios del sultán. Desde el Palacio de la Novia
hacia las estructuras hidráulicas de la Alberca Rota y el aljibe
de la Lluvia, encargados de suministrar agua a las villas de lo
que conocemos como Dehesa del Generalife, la colina asciende hacia
la cumbre por la que cada mañana aparece el primer rayo de luz
sobre la fortaleza roja, desde los altos del cerro del sol, en los
que es posible contemplar en toda su plenitud la imagen de Sierra
Nevada, su hermano mayor, Sulayr, la montaña del sol. Es una
meseta, una pequeña altiplanicie en la que se encuentra uno de los
parajes más conocidos y relacionados con la ciudad de Granada, el
Llano de la Perdiz, el lugar donde, desde hace décadas, los
granadinos acuden a disfrutar de un contacto directo con la
naturaleza, pasar la jornada en los pinares y arboledas desde las
que se contempla la totalidad de la ciudad, la Vega y la que
conocemos como Depresión de Granada.
Subir al Llano de la Perdiz es el ‘clásico’ de las excursiones que
pueden hacerse a pie desde la ciudad, sin necesitad de coger el
coche para adentrarse en parajes de una reconocida belleza. Hay
numerosas formas de ascender a las cumbres del cerro del Sol,
entre ellas, la vieja carretera que parte del cementerio de San
José, los carriles forestales que discurren tras la Silla del Moro
y la colina de Santa Elena, caminos y veredas que llegan desde las
tierras de Cenes de la Vega, y por un entramado de veredas que
trazan caminos, en su mayoría, poco fiables a través de la ladera
noreste de la colina que mira al Sacromonte y cae hacia el valle
del Darro. Son caminos que hay que conocer y que no ofrecen
seguridad alguna de llegar a buen puerto para quien no los ha
transitado con anterioridad. La forma habitual es caminar por la
antigua carretera que serpentea desde el aparcamiento del
Generalife y el cementerio y utilizar las trochas y veredas que
acortan curvas.
Por el Alarife
Pero la forma más directa de subir al Llano y la que permite
descubrir las vistas más impresionantes sobre Valparaíso y
adentrarse en los ecosistemas que generan las umbrías del cerro,
es la que desde el Camino del Avellano asciende en busca de la
Acequia Real y, a través de la máxima pendiente, sube hacia el
Aljibe de la Lluvia y busca el reloj de sol, la mayor altitud del
histórico cerro.
A solo 200 metros del inicio del Camino del Avellano, tras el
puente del Algibillo en el Paseo de Los Tristes, el Patronato de
la Alhambra abrió recientemente un nuevo sendero, cuyo inicio se
aprecia claramente porque posee unos escalones de piedra seca, que
aprovechaba las ancestrales veredas, algunas de ellas
desaparecidas, para convertirlas en un sendero que asciende en
zig-zag por la ladera de Santa Elena, con recodos en los que se
abren vistas desconocidas sobre la Alhambra, en las que las
murallas parece que puedan tocarse con solo alargar el brazo.
Discurre entre un denso bosquete de vegetación autóctona ribereña
mezclada con especies de repoblación para consolidar la ladera. Se
conoce con el nombre de sendero del Alarife tras el reportaje
publicado por IDEAL en el que se daba cuenta de la construcción
del nuevo camino, un nombre que alude a que se dirige hacia el
Generalife, que se denominaba en época nazarí, el jardín del
Alarife (el arquitecto).
En solo diez minutos de ascenso, el camino llega hasta el punto en
el que la Acequia del Tercio, ramal de la Real, entra en la parte
trasera del Generalife.
El sendero discurre junto a la acequia mientras a la izquierda se
abre la vista sobre los cerros del Sacromonte, acequia en la que
es posible observar los amplexos (cópulas) de los sapos y sus
puestas de huevos en forma de larguísimas cuerdas que se expanden
por el cauce. Llanea hasta encontrar el barranco de Santa Elena,
donde el agua sobrante de la acequia Real, genera bellísima
cascada, hasta llegar a la parte inferior de un cortafuegos, que
baja desde los altos del Llano.
La vista se extiende desde la Silla del Moro, a la izquierda y la
Abadía, a la derecha, con la ciudad, Albaicín y Sacromonte en el
centro de una imagen difícilmente imaginable. La vereda sube sobre
el cortafuegos, poco a poco, zizagueando, sin dificultad, hasta
llegar a un increíble mirador, llamado de Los Halconeros
(oficialmente, Silla del Moro). Desde este punto, el camino
continúa sobre el cortafuegos, con menor pendiente y llega hasta
la Alberca Rota, un enclave arqueológico que recogía agua de las
norias subterráneas del entramado hidrológico del cerro para
llevarlas a Dar al Arusa, el palacio de la Novia. Continúa hacia
el Algibe de la Lluvia (con área recreativa con barbacoas), el
punto donde la ruta conecta con la antigua carretera.
La ruta utiliza las trochas que evitan las curvas hasta conectar,
en solo unos minutos, con el tramo final del cortafuegos que llega
hasta la cumbre. Allí está el reloj de sol, construido con piedras
y que señala la totalidad de los picos de las sierras que
circundan Granada, con su altitud grabada en la piedra. Estamos en
el Llano de la Perdiz, la zona recreativa más tradicional. Al otro
extremo, existen instalaciones deportivas y una zona de barbacoas
que se llena hasta los topes todos los fines de semana de
invierno, primavera y otoño.
Es un recorrido de hora y media, de escasa distancia, solo 3
kilómetros, que tiene el aliciente de superar una fuerte
pendiente, pero que al tener un trazado en zig-zag resulta fácil y
apto para todos.
La vuelta puede hacerse por la carretera y sus trochas, o seguir a
los muchos senderitas que se encuentran por el camino, que conocen
mejor que nadie la mejor forma de volver a la ciudad.
MAPA PARA LLEGAR Y VOLVER
BIODIVERSIDAD
Especies presentes en este espacio natural
Almez
Aegilops
geniculata (Rompesacos, trigo bastardo)
Agrostemma
githago
Ailanthus altissima
(Ailanto)
Allium ampeloprasum (Puerro
silvestre)
Allium roseum
Alyssum simplex
(Hierba de la rabia)
Anacyclus clavatus
Anagallis
arvensis
Anarrhinum
laxiflorum
Andryala integrifolia
Antirrhinum hispanicum
(Rompepiedras)
Antirrhinum
orontium
Anthyllis cytisoides (Albaida)
Anthyllis
tetraphylla
Artemisia barrelieri
Asparagus acutifolius
Asparagus
aphyllus
Asterolinum
linum-stellatum
Atractylis cancellata (Cardo
enrejado)
Ballota hirsuta
Bartsia trixago
Bituminaria bituminosa
Bombycilaena
discolor
Bombycilaena erecta (Lino
de pastor)
Borago
officinalis (Borraja)
Briza maxima
Bromus rubens
Calendula
arvensis (Caléndula, maravilla silvestre)
Capparis spinosa (Alcaparra)
Carduus pycnocephalus (Cardo
de calvero)
Celtis australis (Almez)
Centaurea pullata
Centaurea sulphurea
Cichorium intybus
Cistus albidus ( jara blanca)
Cistus clusii (Romero
macho)
Cistus
monspeliensis (Jaguarzo negro)
Cistus salvifolius ( jara
negra)
Convolvulus althaeoides
(Correhuela rosa)
Crataegus monogyna (Majuelo)
Crupina crupinastrum
Crupina vulgaris
Cupressus sempervirens
Cymbalaria
muralis (Hierba de campanario)
Cytisus fontanesii
Chaenorhinum villosum subsp
granatense (Espuelilla pelosa)
Daphne gnidium (Torvizco)
Dianthus hispanicus
(Clavelinas)
Dipcadi serotinum
Echium
plantagineum
Erodium
cicutarium (Aguja de pastor)
Eruca vesicaria
Eryngium campestre
Euphorbia characias
Euphorbia helioscopia
Galium verrucosum
Genista umbellata
Halimium
atriplicifolium (Jara del diablo)
Hedera helix (Hiedra)
Hirschfeldia
incana (Rabaniza amarilla)
Hypecoum imberbe (Pamplinas)
Lagurus ovatus
Lamarckia aurea (Cepillitos)
Lavandula stoechas (Cantueso)
Lathyrus clymenum
Lathyrus
setifolius
Linaria aeruginea
Lonicera implexa (Liana trepadora)
Lonicera
periclymenum subsp hispanica
Lonicera
splendida (Madreselva)
Linum suffruticosum (Lino
blanco)
Lupinus angustifolius
(Altramuz azul)
Macrochloa
tenacissima (Esparto)
Malva nicaensis Marrubium vulgare
Matthiola
parviflora
Moricandia moricandiodes
Muscari comosum
(Cebollón)
Nerium oleander (Adelfa)
Juniperus oxycedrus
Olea
europaea (Olivo)
Ononis natrix
Opuntia- ficus-indica
(Chumbera)
Ornithogalum narbonense
(Ajo de lobo, varita de San José)
Ornithogalum
umbellatum (Leche de gallina)
Orobanche ballotae
Osyris alba (Retama loca)
Pallenis spinosa
Paronychia
argentea (Sanguinaria)
Phagnalon
saxatile (Manzanilla yesquera)
Phlomis lychnitis
(Candilera)
Pinus halepensis
Pinus pinaster
Pistacia lentiscus (Lentisco)
Plantago lagopus
Polygala vulgaris
Quercus coccifera
(Coscoja)
Quercus faginea (Quejigo)
Quercus rotundifolia (encina)
Reichardia
tingitana
Reseda luteola
Reseda phyteuma
(Farolilla)
Retama sphaerocarpa
Rhamnus alaternus (Aladierno)
Robinia pseudoacacia (Falsa acacia)
Rorippa nasturtium–aquaticum
Rosa canina
Rosa pouzinii
Rosmarinus officinalis (Romero)
Rubia peregrina
Rubus ulmifolius
(Zarzamora)
Rumex
bucephalophorus (Acederilla roja)
Ruta montana (Ruda silvestre) Salvia oxyodon
Salvia verbenaca
(Crestagallo)
Sedum sediforme
Scandix australis
Scorpiurus
muricatus (Granillo de oveja)
Sherardia
arvensis
Silene colorata
Silene gallica
(Carmentilla)
Silene vulgaris
Silybum marianum
Sinapis alba
(Mostaza blanca)
Sonchus
tenerrimus (Cerraja tierna)
Spartium junceum (Retama de olor)
Sisymbrium orientale
(rabaniza)
Tamus communis (Nueza negra)
Teucrium
similatum (Poleo de monte)
Thymus mastichina
(Mejorana)
Thymus zygis
(Tomillo aceitunero)
Torilis arvensis
Trachelium caeruleum (Flor de la
viuda)
Tragopogon
porrifolius (Barba de cabra)
Trifolium angustifolium
Trifolium stellatum
Trifolium
tomentosum (Trébol de algodón)
Tripodion tetraphyllum
Ulex parviflorus (Aulaga)
Umbilicus rupestris (Ombligo de
venus)
Urospermum
picroides
Veronica
anagallis-aquatica
Xolantha guttata
(Hierba de la criadilla)
Orquídeas Neotinea
maculata
Orchis conica
Orchis collina
Orchis italica
Ophrys apifera
(Orquídea abeja)
Ophrys fusca
(abejera oscura)
Ophrys lutea
Ophrys speculum
Ophrys tenthredinifera
Zarzamoras
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